El ex presidente de España y del conservador Partido Popular (PP) José María Aznar se desentendió de la operación Gürtel, una trama de corrupción en el país y negó conocer al cabecilla de ésta, Francisco Correa, y dijo que no tiene por qué pedir “perdón” por los casos que han salpicado a su partido.
“Mis responsabilidades políticas me alejan completamente del entendimiento de las cuestiones relativas a la gestión económica del PP”, afirmó ante la comisión del Congreso que investiga la presunta financiación ilegal de su partido, y mencionó que siempre que ha tenido que “afrontar un caso de corrupción” ha “actuado tajantemente y de una manera determinante”, y que no tiene por qué pedir perdón.
Las palabras del ex presidente se dieron en respuesta al secretario general del Grupo Socialista, Rafael Simancas, quien asumió la tarea de interrogar a Aznar en nombre de su formación política.
El socialista insistió a Aznar a que pidiera disculpas a los ciudadanos por el daño que la corrupción de su partido ha hecho a las instituciones españolas y la respuesta fue inmediata. “No tengo que pedir perdón por nada, no voy a pedir perdón porque usted me lo pida”, reiteró Aznar.
El ex presidente dijo entender que los ciudadanos estén “hartos” de la corrupción y señaló que durante su vida política le tocó “sufrir y sobrevivir los momentos más duros de la política”. “En los temas relativos a la corrupción, todavía más duros”, indicó, sin dar detalles.
Aseguró en el Congreso que “no existe ninguna caja b” en el PP y negó que cobrara u ordenara el pago de sobresueldos “ilegales” a dirigentes de la organización que presidió entre 1990 y 2004.
Al ser interrogado sobre los denominados “papeles de Bárcenas” (Luis, su extesorero), Aznar recalcó que tendrá que ser Bárcenas quien dé explicaciones sobre esas anotaciones “si es que la hizo o no” e insistió en que no “en el PP no hay caja b”.
“Otra cosa distinta es que haya personas que se hayan situado fuera de la ley o que no hayan sido respetuosa con ella. Desconozco lo que se refiere a esos papeles, cualquier anotación en esos papeles no tiene fundamento”, señaló.
El ex presidente, además, afirmó que no conocía a Francisco Correa, cabecilla de la trama Gürtel, pese a que se le recordó que fue uno de los invitados a la boda de su hija en El Escorial.
Aznar y la caja b del PP que anotaba Bárcenas, comparten fecha de nacimiento en la primera línea de la política nacional. Los primeros apuntes del extesorero se remontan a abril de 1990. El primer día del mismo mes y año, José María Aznar fue proclamado presidente nacional de la formación conservadora.
Esa contabilidad paralela, considerada cierta por fiscales, jueces de instrucción y por el tribunal de la pieza principal del caso Gürtel en sentencia, describe el pago de gratificaciones en la década de los 90 a una persona cuyas siglas son J.M. por más de 51 mil euros.
En su declaración ante la justicia, Bárcenas no dijo que esas siglas se referían a Aznar. Quien implicó de forma directa al ex presidente con la caja B del PP fue el ex diputado Jaime Ignacio del Burgo. Declaró como testigo que fue Aznar quien aprobó el pago de un sobresueldo mensual de 3 mil 600 euros durante cuatro años al consejero navarro Calixto Ayesa.
Ese pago, según admitió Del Burgo, se hacía en negro y se entregaba en sobres a Ayesa en cafeterías de forma periódica. Bárcenas, dijo, lo anotaba en la caja B. Del Burgo reconoció que los apuntes eran “absolutamente ciertos”.
Existe otra situación relativa a la financiación ilegal del PP que le afecta. El líder de la Gürtel declaró en el juicio que durante la época de José María Aznar como presidente cobró comisiones millonarias de contratistas con los ministerios de Fomento y Medio Ambiente, a cambio de la concesión de obras públicas.
Esas comisiones, según Correa, eran repartidas entre él mismo y Bárcenas, a quien Correa llevaba el dinero a la sede nacional del PP, ubicada en Madrid.
jamj