Un conductor de autobús de París bajó a todos los pasajeros después de que nadie se ofreciera a ayudar a subir a una persona en silla de ruedas.
Según explicó el ciudadano discapacitado, que padece esclerosis múltiple, como nadie le ofreció ayuda para subir a la unidad, el conductor se levantó y dijo: "¡Se terminó! ¡Todo el mundo abajo!". Después ayudó a subir al hombre al autobús.
Tras ello, no permitió que el resto de pasajeros volvieran a subir. "Los demás, esperen la siguiente unidad", dijo el molesto conductor, antes de continuar con su recorrido.
Agregó que la mayoría de del pasaje bajó de mala gana o molestos, "pero el conductor se mantuvo firme en su decisión".
jamj