El cuñado del rey de España, Iñaki Urdangarin, tiene pie y medio en la cárcel, lo único que falta es saber el día exacto en que ingresará. Por unanimidad, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) impuso al esposo de la infanta Cristina una condena de cinco años y 10 meses de prisión por malversación, prevaricación, fraude, dos delitos fiscales y tráfico de influencias.
El Supremo redujo en 5 meses la pena de Urdangarin al absolverle del delito de falsedad en documento público cometido por funcionario, en el que la Sala entiende que no está probada su intervención en el famoso caso Nóos. La Fiscalía del Tribunal Supremo había pedido en su recurso aumentar la condena a Urdangarin a 10 años de cárcel.
Además, el tribunal condenó a 5 años y 8 meses a Diego Torres, ex socio de Urdangarin, por malversación, prevaricación y fraude a la Administración, y le absolvió de tráfico de influencias, blanqueo y falsedad. El Supremo también redujo en casi tres años la condena al ex profesor y amigo de Urdangarin.
De esta manera, en los próximos días el marido de la infanta Cristina, cambiará su lujosa vida en Ginebra, Suiza, por la de una celda de tres por tres metros de una prisión española. Ahora la Audiencia de Baleares tendrá que decidir sobre su ingreso en prisión.
Desde el año pasado que la Audiencia de Palma condenó al esposo de la infanta Cristina de Borbón, hermana menor del rey de España, Felipe de Borbón, Urdangarin ve pasar los días caminando por el lujoso barrio donde vive con su familia y realizando labores domésticas mientras espera que su esposa vuelva del trabajo.
, convertido en un "apestado" en España, en donde los primeros que no quieren saber nada de él son los actuales monarcas –para los que se ha convertido en un dolor de cabeza-, y bajo el repudio de la sociedad civil, lleva más de un año sin trabajo.
Consideran los fiscales que los dos responsables del instituto Nóos constituyeron “el motor” del delito. Tanto Urdangarin como Torres desplegaron una acción concertada y se convirtieron en una pieza clave en la corrupción de los funcionarios. El organismo “sin ánimo de lucro”, según Urdangarin, se embolsó casi 6 millones de euros.
Gracias a ellos, Nóos disfrutó de contratos otorgados a dedo por las comunidades balear y valenciana y los convenios que se firmaron no contaban con ningún tipo de informe previo que justificara el gasto, además de desconocerse el destino de los fondos millonarios.
Con esta sentencia, el caso Nóos llega a su fin después de que se diera a conocer en el año 2010. Además, será la primera vez que un miembro de la Casa Real ingresará a prisión.
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