En Bielorrusia, más de un centenar de manifestantes fueron detenidos durante las ya tradicionales protestas opositoras contra el presidente Alexandre Lukashenko, quien ganó su sexto mandato en unas elecciones consideradas fraudulentas por muchos, informó un grupo local de derechos humanos.
Decenas de miles de personas se manifestaron en la capital Minsk por décimo domingo consecutivo para exigir la renuncia de Lukashenko, quien ha gobernado el país con mano dura durante 26 años.
La policía, que detuvo a los participantes en la marcha por todo el centro de la capital bielorrusa, empleó cañones de agua, gas pimienta y granadas aturdidoras. En algunos lugares de la ciudad se produjeron enfrentamientos violentos entre efectivos de las fuerzas antidisturbios con pasamontañas y grupos de jóvenes manifestantes.
Entre los detenidos hay casi una veintena de reporteros, entre ellos corresponsales de medios rusos, lo que fue condenado por la Unión de Periodistas de Rusia. Esa práctica ha sido muy criticada en las últimas semanas por organizaciones internacionales, ya que varios periodistas han sido condenados a arresto administrativo y decenas se han visto privados de acreditación.
El centro de derechos humanos Viasna estimó que unas 100 mil personas participaron en la protesta, la cual fue dispersada por la policía con cañones de agua, granadas aturdidoras y porras. También se llevaron a cabo concentraciones en otras ciudades, incluidas Brest, Vitebsk y Grodno.
Viasna publicó una lista de manifestantes detenidos en todo el país en su sitio web que para el domingo por la noche tenía más de 300 nombres.
“Esta ha sido la dispersión más dura de una marcha dominical desde agosto”, dijo el líder de la organización, Ales Bialiatski.
Las multitudinarias protestas han sacudido Bielorrusia durante más de dos meses, y las más grandes se celebran los domingos, con hasta 200 mil personas. Sin embargo, existen estimaciones de que no fueron en esta ocasión más de 100 mil personas, como han sido en jornadas ocasiones.
¿Qué ha sucedido con la líder opositora, Svetlana Tijanovskaya?
Su principal rival, Svetlana Tijanovskaya, obtuvo el 10 por ciento. Ella y sus partidarios se niegan a reconocer los resultados porque aseguran que éstos fueron manipulados.
En los primeros días de las protestas, las autoridades reprimieron brutalmente a los manifestantes y la policía detuvo a miles e hirió a decenas, lo que provocó indignación internacional. Desde entonces, el gobierno ha sido menos violento, pero ha mantenido la presión, deteniendo a cientos de manifestantes y procesando a los principales activistas.
Lukashenko hizo el sábado una inesperada visita al centro de detención del KGB para debatir con los dirigentes opositores la reforma constitucional.
"La Constitución no puedes escribirla en la calle", dijo Lukashenko, según informa la agencia oficial BELTA.
Lukashenko, que fue investido a finales de septiembre para un sexto mandato, se refería a que la reforma constitucional no puede llevarse a cabo bajo el dictado de las multitudinarias protestas de las últimas semanas.
Tijanovskaya, que asegura ser la ganadora de las elecciones presidenciales del 9 de agosto y, por lo tanto, la legítima presidenta electa de la antigua república soviética, se reunió este martes en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, quien le ofreció su total apoyo.
Seguidamente el Ministerio del Interior bielorruso declaró a Tijanovskaya en busca y captura internacional. Lukashenko se propone reformar la Constitución con el fin de resolver la crisis política en la que se encuentra sumido el país, aunque ya adelantó que apenas reducirá las facultades del presidente.
La oposición mantiene invariables sus demandas de repetición de las elecciones presidenciales, el castigo de los altos cargos policiales implicados en la represión de las manifestaciones pacíficas y la liberación de todos los detenidos y presos políticos.
Además, el histórico opositor bielorruso, Anatoli Lebedkó, informó recientemente que la oposición ya ha iniciado la elaboración de una nueva Carta Magna que reducirá las facultades del jefe del Estado e instaurará un sistema electoral mixto.
dmr