El Partido Socialista de Cataluña (PSC) gana en votos en la elecciones regionales catalanas, pero empata, con el 95 por ciento escrutado, con las formaciones independentistas Esquerra Republicana (ERC) con 33 escaños y Junts per Catalunya en número de diputados, con 32, de un total de 135. Se necesitan 68 para obtener la mayoría absoluta.
En cuarto lugar se alza Vox, el partido de ultraderecha, con 11 diputados locales, que entraría por primera vez en el Parlament, mientras que el Partido Popular, la tradicional formación conservadora, perdió un escaño y sólo alcanzó 3 en las elecciones regionales.
Por su parte, Ciudadanos (C's), ganadores de las elecciones en 2017, sufren una fuerte caída al alcanzar de momento solo 6 diputados frente a los 36 que lograron en 2017. Una pérdida de 30 escaños.
Los sondeos de las televisiones públicas española (TVE) y catalana (TV3) habían otorgado la victoria al partido independentista de izquierdas Esquerra Republicana (ERC), con entre 36 y 38 diputados, mientras que el Partido Socialista (PSC) ocuparía la segunda plaza, con entre 34 y 36 diputados aunque con más número de votos.
Tres años después del fallido intento de secesión de octubre de 2017 y a pesar de las fuertes divisiones internas, las tres formaciones separatistas pasan de 70 a 74 escaños de los 135 que tiene el parlamento regional.
Por detrás de los socialistas, encabezados por el ex ministro de Sanidad nacional, Salvador Illa, se situó con los mismos escaños el partido separatista ERC, representante del ala más moderada del movimiento.
Esta formación, aliada del ejecutivo minoritario de Sánchez en el Congreso español, consigue adelantar a sus socios de gobierno en Barcelona, Juntos por Cataluña, la formación del ex presidente Carles Puigdemont.
Junto con el partido radical Candidatura d'Unitat Popular (CUP) estos tres partidos podrían pactar un gobierno separatista si son capaces de salvar las diferencias mostradas en los últimos años.
Un total 5.36 millones de catalanes estaban llamados a votar este domingo en unas elecciones marcadas por la pandemia de coronavirus, que ha incrementado en más de un 300 por ciento el voto por correo y ha provocado una caída en la participación, que no llegará al 55 por ciento, de acuerdo con datos provisionales, muy por debajo del récord del 79 por ciento de hace cuatro años.
La contienda política quedó parcialmente eclipsada por la pandemia, que condicionó unos comicios celebrados entre un fuerte despliegue de medidas sanitarias (mascarillas, distancia, gel, controles de aforo) y donde pudieron votar presencialmente personas infectadas.
dmr