¿Efecto contagio? Mociones y renuncias de primeros ministros se suman en Europa

En medio de las mayor crisis que ha vivido el continente desde finales de la Segunda Guerra Mundial, varios ministros han tenido que enfrentar mociones de censura y disputas internas que les ha costado el puesto.

Varios primeros ministros han tenido que dimitir por la crisis política en sus países. (AFP / Ilustración)
Horacio Besson
Ciudad de México /

El verano llegó a Europa no sólo con olas de intenso calor que han roto récord en distintas ciudades sino también marcando altas temperaturas dentro de la política provocando en menos de un mes la renuncia de cuatro primeros ministros: Kiril Petkov en Bulgaria, Kaja Kallas en Estonia, Boris Johnson en Reino Unido y este jueves, Mario Draghi en Italia.

En medio de las mayor crisis que ha vivido el continente desde finales de la Segunda Guerra Mundial, debido a la tensión bélica por la invasión rusa a Ucrania, el desabasto de gas y granos, los estragos del cambio climático, la creciente tasa inflacionaria y un panorama económico muy desalentador, algunos gobiernos con sistema parlamentario han visto caer a sus líderes desde finales de junio.

Kiril Petkov fue destituido del gobierno tras perder la moción de confianza. (Reuters / Archivo)

Bulgaria, el primero en caer

El primero en presentar su renuncia como jefe de Gobierno fue Kiril Petkov, tras perder el voto de confianza del Parlamento de Bulgaria, el 27 de junio pasado. Llevaba apenas seis meses en el cargo, liderando a su partido y sustituyendo como premier a Boiko Borisov, que tras más de diez años en el poder cayó en medio de acusaciones de corrupción.

La oposición conservadora, encabezada por GERB (Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria), de Borisov, no perdonó la afrenta y arrinconó a Petkov con el pretexto del aumento en el combustible y su política en torno a la invasión rusa. Actualmente interino, señaló como autores de su caída a Moscú y a la poderosa mafia búlgara.

Ante el fracaso de formar un nuevo gobierno, Petkov, que lidera el partido Nosotros Continuamos el Cambio (NCC), el mayor grupo parlamentario, tuvo que ceder ante los socialistas que deben buscar alianzas para tener el poder. Sin embargo, si en las siguientes horas no lo logran el presidente, Rumen Radev, disolverá el Parlamento y llamará a nuevas elecciones, las cuartas en año y medio.

En Estonia e Irlanda, sobreviven los gobiernos

Once días después, la crisis parlamentaria llegó a Estonia, la pequeña república báltica fronteriza con Rusia, cuando el 8 de julio pasado la primera ministra, Kaja Kallas, presentó su renuncia.

Kallas no pudo sostener la coalición encabezada por el Partido del Centro perdiendo apoyos y la mayoría legislativa tras enfrentarse con agrupaciones prorrusas, debido a limitar ese idioma en las escuelas Estonia estuvo bajo la influencia de Moscú tanto en el Imperio Ruso como en la Unión Soviética, además de la gran dependencia al gas ruso y por lo mismo, el aumento en el precio del combustible.

El viceprimer ministro irlandés, Leo Varadkar, habla en el parlamento de Irlanda. (Reuters / Archivo)

Pero Kallas, a diferencia de Petkov, Johnson y Draghi, supo mover sus fichas y tras destituir a los siete ministros de su anterior socio de coalición, desde un mes antes, logró el 15 de julio que el Parlamento (Riigikogu) avalara la formación de un nuevo gobierno de coalición tripartito encabezada por ella.

En tanto, el emblemático Sinn Fein en Irlanda presentó una moción de censura contra la coalición de centro-derecha de Fianna Fáil, el Fine Gael y el Partido Verde había perdido a final de junio una votación sobre una medida legislativa por la oposición de un parlamentario democristiano, cuya posterior salida de su formación ha dejado a la coalición en minoría.

No obstante, el Ejecutivo contó con el apoyo de varios diputados que quedaron fuera de la disciplina de sus respectivos partidos, así como con varios parlamentarios independientes, mientras que el Sinn Féin obtuvo votos de formaciones minoritarias y otros independientes.

“Hasta la vista, Boris Johnson”

El que más atención acaparó en la prensa internacional fue Boris Johnson y su lenta pero eminente caída del poder. Primero, por el poder e influencia que tiene Reino Unido en el escenario internacional y, segundo, por la personalidad mediática del primer ministro.

En los casos de Petkov, Kallas y Draghi, su descalabro político se origina por acciones externas a sus partidos políticos; en el caso de Boris, fue por la revuelta interna, por su desgaste como líder de los 'tories', el nombre popular del Partido Conservador británico.

Rishi Sunak fue quien dinamitó el gobierno de Boris Johnson con su renuncia, que derivó posteriormente en su salida. (AP)

Tras fuertes presiones dentro de su propio gobierno, renuncias presentadas al por mayor, y una popularidad por los suelos entre la población británica, Johnson renunció el pasado 7 de julio a encabezar a los 'tories' que, por ser mayoría amplia en el Parlamento, nombran al primer ministro.

Boris acumuló una serie de escándalos, como permitir “fiestas-covid”, conocido como el escándalo del Partygate en oficinas del gobierno en plena pandemia y confinamiento o hacerse de la vista gorda sobre acusaciones de acoso sexual en contra de uno de sus colaboradores, en medio de una inflación galopante y una crisis económica que apuntalaron el impulso de sus adversarios partidistas.

El miércoles, Boris se despidió del Parlamento que entra en receso estacional— defendiendo su gobierno y con un “¡Hasta la vista, Baby!”, frase en español pronunciada por Arnold Schwarzenegger en la película "Terminator 2".

¡Ciao "Super Mario"!

Este viernes, Mario Draghi se vio obligado a renunciar como primer ministro de Italia luego que partidos de su coalición se negaron a participar el miércoles a su favor en un voto de confianza solicitado por el propio premier en el Senado.

“Súper Mario” llegó como jefe de Gobierno en febrero de 2021 en medio de tres grandes crisis: la del choque entre partidos, la causada por la gran cifra de muertes de covid-19 y la de una economía en tobogán. En realidad, la caída de Draghi tiene más que ver con las disputas entre los partidos que lo apoyan que con su propio desgaste personal o de confianza en las esferas del poder o popularidad entre los italianos.

Mario Draghi tenía el consenso de varios partidos en el poder en Italia, hasta que precipitaron sus diferencias. | AP

La cuestión es que tanto Forza Italia, el partido de derecha del famoso Silvio Berlusconi, como la formación ultraderechista la Liga de Matteo Salvini, acrecentaron sus diferencias con el otro aliado de la coalición de Draghi, el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5E)

M5E fue el que dio el primer paso la semana pasada al considerar que, como dice la agencia AFP, “varios puntos de las leyes propuestas por Draghi son contrarias a sus principios y que han sido desmanteladas todas las medidas tomadas durante su precedente gobierno”. Hoy mismo, el presidente Sergio Mattarella ordenó disolver el Parlamento y convocar a elecciones previstas para el próximo 25 de septiembre.

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