El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó el martes sin rodeos su deseo de "fastidiar... hasta el final" a las personas no vacunadas, mientras los diputados debaten una ley de pasaporte sanitario que restringiría muy significativamente sus libertades.
"A los no vacunados, tengo muchas ganas de fastidiarles. Y eso continuaremos haciendo, hasta el final. Es esta la estrategia", declaró el jefe de Estado en una entrevista concedida al diario local Le Parisien.
Estas declaraciones encendieron nuevamente los debates en la Asamblea Nacional, que discute desde el lunes la creación de un pasaporte de vacunación en medio de un pico inaudito de contagios en el país, con más de 270 mil casos en 24 horas.
"Un presidente no puede realizar el tipo de declaraciones que ha realizado", dijo Christian Jaboc, presidente del grupo parlamentario conservador de Los Republicanos. "No puedo respaldar un texto que busca fastidiar a los franceses", agregó.
Si este pasaporte se transforma en ley, los franceses mayores de 12 años sin vacunar no podrán ir a restaurantes, museos, gimnasios, cines ni usar ciertos transportes aunque presenten un test de diagnóstico negativo.
Hasta ahora bastaba con presentar un test de diagnóstico negativo reciente, que sí seguirán siendo válidos a la hora de acceder a los servicios de salud.
Durante el debate parlamentario, los grupos adoptaron casi por unanimidad no aplicar el pase sanitario a los menores de entre 12 y 15 años en las salidas escolares y en el conjunto de actividades extra escolares.
El objetivo del gobierno es que esta ley sirva para presionar más a los cerca de cinco millones de franceses de más de 12 años que aún no están vacunados, sobre una población total de 67 millones.
"La casi totalidad de la gente, más del 90 por ciento, se ha sumado" a la vacunación y "es una pequeña minoría que es refractaria", dijo Macron. "¿Cómo reducimos esta minoría? La reducimos, perdón por decirlo así, fastidiándola todavía más", añadió.
Los debates comenzaron el lunes, en un ambiente de tensión alimentada también por la proximidad de las elecciones presidenciales de abril, a las que Macron tiene el deseo de presentarse, según dijo en la entrevista a Le Parisien.
La intención del gobierno era que la ley estuviera aprobada para el 15 de enero, pero este calendario está en riesgo debido a los obstáculos puestos de parte de la oposición durante el debate parlamentario.
El lunes, la formación de Macron, La República en Marcha, vio como la oposición se oponía a continuar debatiendo el proyecto más allá de medianoche. Y el martes, a mitad de la noche, todavía había casi 450 enmiendas por debatir.
RM