Más de mil bomberos y 14 aeronaves combatían un enorme incendio forestal bajo un calor abrasador en Portugal, donde cada verano las conflagraciones causan una enorme destrucción.
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Mientras las temperaturas alcanzaban casi 40 grados Celsius por la tarde y los vientos comenzaban a soplar con más fuerza, el incendio, que fue prácticamente controlado durante la, noche retomó fuerza en algunas zonas. Enormes columnas de humo negro aparecieron en el horizonte por tercer día consecutivo.
El descenso de las temperaturas durante la noche ayudó a las agencias de emergencias a controlar alrededor del 90 por ciento del área del incendio en el distrito de Castelo Branco, a unos 200 kilómetros (125 millas) al noreste de la capital, Lisboa.
Pero la Agencia de Protección Civil mantuvo a su personal, incluyendo 318 vehículos, en la zona para intervenir rápidamente una vez que se reavivaron las llamas.
El gobierno indicó que ha solicitado ayuda a su vecino, España, que enviará dos aviones bombero que se prevé lleguen la noche del lunes.
Los bosques de la región se encuentran demasiado secos después de varias semanas sin lluvias.
La Agencia de Protección Civil informó que 32 personas han resultado heridas a causa del incendio, una de ellas de gravedad.
La policía investiga la causa del incendio debido a las sospechas de que pudo ser provocado de manera deliberada.
Se pronostican altas temperaturas para gran parte de la semana en Portugal en medio de una ola de calor que golpearía el norte de Europa en los próximos días.
En las últimas semanas también se han registrado grandes incendios forestales en España, Grecia y Alemania. Funcionarios de la Unión Europea han advertido que son una “amenaza creciente” en todo el continente.
Durante el mes de mayo, México y Rusia también resultaron afectados por incendios forestales.
EB