La entrada de Vox en el Parlamento redefinió el reparto de fuerzas en la derecha española. El conservador Partido Popular (PP), que fue el más votado en 2016, sufrió una contundente pérdida de respaldos y pasa apenas a 65 representantes de los 137 de la última legislatura.
Detrás de él, con apenas ocho diputados menos, se sitúa la formación de centroderecha Ciudadanos, que con 57 parlamentarios es otra de las grandes beneficiadas de la jornada electoral.
Vox, que hasta hace unos meses era una formación residual en el panorama político español, entra con fuerza en el Parlamento. La extrema derecha tendrá 24 representantes por primera vez desde la década de 1980.
“Nos va a tocar luchar mucho todavía. Esto es sOlo el principio. Podemos decir con toda claridad a toda España que VOX ha venido para quedarse”, declaró el presidente y candidato de la formación, Santiago Abascal, a sus simpatizantes.
“Por supuesto voy a votar a Vox. Este país necesita un cambio profundo. Los otros llevan 40 años gobernando aquí", dijo el valenciano Valentino López, empleado en una empresa de cerámica de 51 años. “Los medios nos llaman la ultraderecha, eso es mentira”, aseveró.
Estos resultados consolidarían la fragmentación de la política española, que comenzó en las municipales de 2015 con el surgimiento de Ciudadanos y Podemos, que acabaron con décadas de bipartidismo entre el PP y el PSOE.
Además de los 350 diputados que ocuparán el Congreso, que son los encargados de elegir al nuevo presidente del gobierno, en los comicios se eligieron también los 208 escaños del Senado.
Los españoles acudieron a votar en una soleada y calurosa jornada en la que la participación superó el 75 por ciento del electorado, según el Ministerio del Interior, frente al 66.48 de las últimas elecciones generales en junio de 2016.
El socialista Pedro Sánchez se anunció como el ganador de las legislativas, aunque sin mayoría para gobernar en solitario, y la extrema derecha irrumpe con un nutrido grupo parlamentario.
Con el 50 por ciento de las papeletas escrutado, al frente de esta edición, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez obtendrá 126 de los 350 escaños de la cámara baja.
Junto con la izquierda radical de Podemos (35) y otras formaciones afines llegaría a 169 escaños, insuficientes para tener la mayoría en la Cámara baja, que se sitúa en 176 asientos.
Sí que sumaría en cambio el PSOE con los liberales de Ciudadanos (55 escaños, 181 en total), una opción difícil visto la dura campaña de los liberales en su contra, aunque no descartada por el presidente del gobierno socialista saliente.
El partido de extrema derecha Vox, la gran sorpresa de estos comicios, entraría en el Congreso de los Diputados con 23 asientos, no tanto como esperaba.
En unos comicios que fueron como una pelea entre el bloque de izquierda y el de derecha, la posibilidad intermedia de pactar con Albert Rivera, líder de Ciudadanos, le evitaría a Sánchez tener que apoyarse en los partidos separatistas catalanes.
En cifras21 millones de españoles se presentaron en los colegios electorales para emitir su voto.
75 por ciento del electorado participó en una jornada calurosa y ajetreada, según el Ministerio del Interior.
100 mil personas con minusvalías psíquicas pudieron votar en unas elecciones generales.
122 escaños de los 350 covierten al PSOE sobradamente en la cabeza de las legislativas.
176 son los escaños necesarios para conseguir mayoría absoluta, por lo que el PSOE tendrá que pactar con otros partidos.