En todos los países de habla hispana se reconoce a la figura presidencial como el jefe de Estado, como en el caso de México, Argentina o Colombia, e incluso antiguas ex colonias españolas como Filipinas y Guinea Ecuatorial, ya que están constituidos bajo el sistema republicano —ya sea federal o central— y muchos de ellos cuenten con un vicepresidente.
Sin embargo, España es el único país de habla hispana que está bajo un sistema de monarquía parlamentaria, como actualmente se rigen Reino Unido (y todos los países donde gobierna la Reina Isabel II), Suecia y Japón. Es común que los medios de comunicación se refieran tanto al rey Felipe V de España como al presidente como jefes de Estado o los máximos representantes del gobierno.
¿Cómo España se rige bajo una monarquía parlamentaria?
El presidente y el rey de España fungen como los máximos representantes del gobierno, siendo el segundo electo por la ciudadanía, mientras que el monarca se rige bajo su propia ley sálica —que establece el orden de sucesión de la Casa Real— y puede permanecer en el trono hasta su muerte o abdicación.
¿Quién serían los sucesores al trono?
En caso de que el rey Felipe VI fallezca o abdique al trono, su hija primogénita, la princesa Leonor, se convertirá en reina de España. La segunda en la línea sucesoria sería la segunda hija del monarca, la princesa Sofía. Así como pasó con la abdicación de Juan Carlos I de Borbón.
Funciones del rey
De acuerdo con la Constitución de España, el rey de España funge directamente como el jefe de Estado, así como símbolo de unión del país y es el comandante de las Fuerzas Armadas. También tiene la capacidad de convocar a elecciones y proponer o promulgar leyes al Congreso bicameral.
Asimismo, tiene la capacidad tanto de nombrar o cesar a miembros del gobierno como declarar la guerra o la paz en una guerra con previa notificación a las Cortes Generales, que están representadas en el congreso, de índole bicameral asimétrico —donde la Cámara de Diputados tiene mayor peso político que el Senado conforme a la legislación—, y acreditar a los embajadores y funcionarios diplomáticos.
Funciones del presidente
En tanto, el presidente es quien funge como representante del mismo y como principal gestor administrativo, es decir, como un primer ministro, al igual que sus homólogos de Reino Unido, Canadá, Australia, Japón, Suecia y Dinamarca.
El presidente tiene la función de designar tanto a su gabinete como a sus vicepresidentes de gobierno —que pueden ser hasta cuatro subalternos—, así como tener reuniones constantes con el monarca para cuestiones sobre el gobierno.
Aunque no son los supremos comandantes de las fuerzas armadas, pueden determinar el uso de las mismas en casos de emergencias, donde tendrá que estar notificado ante el rey. Es el principal gestor de las políticas públicas del país, así como vocero del Congreso de los Diputados para la promulgación de leyes bajo el sello real.
Elección del presidente
El presidente generalmente ostenta el cargo de Secretario General del partido que representa, que en tiempos de elecciones se convierten automáticamente en candidatos presidenciales. A comparación del resto de los países latinoamericanos, donde el líder del partido no es necesariamente el candidato.
Durante una elección general, que es convocada regularmente cada cuatro años o en caso de no haber una formación de gobierno, el partido que tenga más votos a nivel nacional es el ganador. Sin embargo, para poder formar gobierno es necesario tener la mayoría en el Congreso de los Diputados (176 escaños de 350 disponibles) ya sea como una sola agrupación política o en coalición.
Actualmente la coalición gobernante está controlada por el PSOE y Unidas Podemos, pero respaldada por los partidos locales. Hay cinco grandes agrupaciones políticas, pero los partidos locales también tienen representación dentro del Congreso.
- Partido Socialista Obrero Español (PSOE): izquierda socialdemócrata.
- Unidas Podemos (UP): extrema izquierda.
- Partido Popular (PP): derecha tradicional.
- Ciudadanos (C's): centroderecha.
- Vox: extrema derecha.
Los partidos locales están dentro del Congreso de los Diputados, ya que existe una cuota de representación por cada Comunidad Autonómica —el nombre oficial de las regiones del país—, en que generalmente se escogen partidos que son de índole independentista o regionalistas.
- Esquerra Republicana (ERC): independentista de izquierda / Cataluña.
- Junts per Catalunya: independentista de derecha / Cataluña.
- Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) / independentista de centroderecha / Cataluña.
- Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV): regionalista de centro / Euzkadi.
- Eh Bildu (País Vasco): independentista de izquierda / Euzkadi.
Asimismo, las comunidades autonómicas tienen sus propios presidentes y congresos locales, donde aprueban sus leyes regionales. Sin embargo, en los últimos años ha tenido relevancia el caso de Cataluña, ya que los partidos independentistas controlan el Parlament.
¿Por qué España es una monarquía parlamentaria?
A diferencia de otros países con monarquías parlamentarias, donde se han mantenido las Casas Reales desde hace siglos, en España fue por contextos completamente distintos, en que incluso ya probó el ser una república en dos ocasiones; pero la Casa de los Borbones es la que ha gobernado el país desde el año 1700.
Tras la muerte del dictador Francisco Franco, quien gobernó de 1939 a 1975, en su ley de sucesión estableció el regreso de la monarquía española, en que el nieto del último rey de España (Alfonso XIII), Juan Carlos I de Borbón, tomaría el control del gobierno bajo una monarquía absoluta.
Sin embargo, Juan Carlos I promovió el cambio de régimen hacia una monarquía parlamentaria en la Constitución de 1978 —la actual constitución española—, que derivaría en el retorno de la democracia y que garantizaría la futura integración de España a la OTAN y la Unión Europea, que tenía como antiguo nombre el Comunidad Económica Europea (CEE).
Aunque hubo intentos para desestabilizar al nuevo gobierno, como el intento fallido del golpe de Estado de 1981, el 23-F, y el crecimiento en los ataques terroristas perpetrados por ETA, la monarquía se ha mantenido pese a los escándalos de la familia real, principalmente de Juan Carlos I y sus acusaciones de corrupción.
Aunque, en los últimos años ha incrementado el rechazo de la Casa Real debido a las crisis económicas en el país y el apoyo del independentismo catalán, que abogan de alguna forma desprenderse del Palacio de la Zarzuela.
Desde el reinado de Isabel II, quien gobernó de 1833 a 1868, ya se había abandonado el sistema de monarquía absoluta que había sido impulsada por su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, esposa de Fernando VII, bajo su regencia hasta que ella cumpliera la mayoría de edad.
¿Cuándo España fue una República?
Las únicas dos ocasiones donde España no ha sido una monarquía ha sido entre los años de 1873 a 1874 y de 1931 a 1939, donde se ha proclamado la República y en que el jefe de Estado es el presidente.
Primera República
Aunque con el reinado de Isabel II (1833 a 1868) se dio un impulso a la monarquía parlamentaria al inicio de su reinado, mantuvo un régimen mientras que cumpliera la mayoría de edad, aunque con cierto carácter absolutista, se mantenían las crisis dentro de la monarquía por las líneas de sucesión y el formato de la misma, que incluso derivaron en la primera guerra carlista (1833-1840).
Sin embargo, décadas después en el Congreso de los Diputados empezaba a crecer el sentimiento republicano, con fines de abolir la monarquía debido a la crisis económica de 1866 —originada por una reforma al sistema de ferrocarriles— generando la Revolución de 1868, orillando al exilio de Isabel II en Francia y fuese derrocada.
Posteriormente el general Francisco Serrano y Domínguez tomaría el poder de forma temporal hasta la asunción del hijo de Isabel II, Amadeo I, quien tuvo un reinado relativamente corto debido a los constantes conflictos por el trono por parte de su hermano Alfonso de Borbón, quien se convertiría en Alfonso XII, los intentos independentistas de Cuba y el debate de la promulgación de la Constitución española de 1869 sobre la separación de la Iglesia y el Estado.
El Congreso de los Diputados, controlado principalmente por los simpatizantes republicanos, decidieron el 11 de febrero 1873 obligaron a la abdicación de Amadeo I y con ello se instauró la Primera República española, que sólo duraría un año debido a las constantes políticas, donde hubo hasta cuatro presidentes en ese periodo que derivaría en un golpe de Estado impulsado por el general Manuel Pavía en 1874, culminando con el fracaso de convertir a España en una República Federal.
Con la dictadura de Francisco Serrano y Domínguez en 1874, se planificó el regreso de la monarquía al poder, con el que asumiría Alfonso XII como rey de España, con el que consolidó el poder de la Casa Real y la estabilidad institucional con la nueva Constitución de 1876, con el que se tranquilizaron los intentos republicanos, aunque España ya fungía con el mismo gobierno al de sus similares en Europa.
Sin embargo, con su muerte a los 27 años de edad por tuberculosis en 1885, provocó una crisis que llevó al gobierno presidido por Práxedes Mateo Sagasta a paralizar el proceso de sucesión a la espera de que la viuda del rey, María Cristina de Habsburgo diese a luz a su próximo hijo, que estaba embarazada.
Alfonso XIII fue proclamado rey desde el día de su nacimiento en 1886, pero su madre tuvo que fungir como regente de la monarquía hasta que tuviera la edad para asumir el trono hasta 1902, que cumplió la mayoría de edad.
La transición entre monarquías
Sin embargo, durante la regencia de su madre ocurrió uno de los capítulos más dolorosos en la historia de España: la pérdida de los territorios de Cuba, Puerto Rico, Guam y Filipinas a manos de los Estados Unidos, en la guerra hispano-estadunidense de 1898.
En los años siguientes aumentaría la inestabilidad en el gobierno español, entre ellos un atentado el día de su primera boda en 1906 con la princesa Victoria Eugenia, nieta de la reina Victoria de Inglaterra donde fueron atacados con una bomba por un anarquista, pero salieron ilesos. Así como la Semana Trágica de Barcelona en 1909, donde hubo protestas por el desarrollo de la Guerra de Melilla, la región norte de Marruecos.
Los conflictos constantes con el presidente del Consejo de Ministros de España, Antonio Maura durante gran parte del inicio de su reinado, derivaron a que Alfonso XIII apoyara la imposición de una dictadura militar a favor del general Miguel Primo de Rivera a través de un golpe de Estado en 1923.
Aunque España logró obtener el poder sobre Marruecos, el rechazo a la dictadura de Primo de Rivera se fue instaurando hasta 1929, donde fue apartado por el rey y se impuso a un nuevo dictador, a Dámaso Berenguer. Sin embargo, su gestión fue conocida como la 'Dictablanda' en comparación a su antecesor y aumentaron las manifestaciones contra la monarquía.
Para 1931, el almirante Juan Bautista Aznar fue designado como presidente del Consejo de Ministro del rey, pero su gobierno convocó nuevamente a elecciones, en que los partidos republicanos ganaron ante la coalición monárquica. Con el resultado en contra del rey Alfonso XIII, el monarca decide salir del país y se instaura la Segunda República en ese año, esto con el fin de evitar una guerra civil.
La segunda república
Los primeros dos años de la república, liderado por los presidentes Manuel Azaña y Niceto Alcalá-Zamora, realizaron diversas reformas reformas educativas, económicas, militares, sociales y estructurales, así como un estatuto para la autonomía de Cataluña, que era impulsada por el presidente de la región, Francesc Macià, y la creación de un Estado laico.
Sin embargo, regresaron los problemas políticos, en que inició la Revolución de 1934, donde empezaban a radicalizarse los sectores de izquierda con la llegada de las ideas comunistas que ya imperaban en la Unión Soviética, las huelgas obreras y contrarreformas impulsadas por varios gobiernos inestables dominado por los presidentes radicales Alejandro Lerroux y Ricardo Samper.
La crisis de la Revolución de 1934 orilló a que los independentistas catalanes, impulsados por el President de la Generalitat, Lluis Companys, el 6 de octubre de ese mismo año, sin embargo, a la mañana siguiente fue sacado del edificio de gobierno por diversas autoridades del gobierno.
En las elecciones de 1936 ahondaron aún más en la crisis política de España, en que la coalición de izquierdas liderada por Añaza ganaría con ayuda de los independentistas catalanes en el Congreso de los Diputados, que abogaban por un estatuto de ser un país asociado dentro de otra nación. El gobierno indultó a Lluís Companys y otros líderes que impulsaron la liberación de la región.
Sin embargo, empezaba a crecer el apoyo a la Falange, el grupo fascista español, con el muchos líderes de la cúpula militar española ya planificaban iniciar un golpe de Estado hacia la república, mismo que inició en 1936 con el levantamiento en Marruecos, que de ello derivaría en confrontamiento entre los militares y los republicanos, que derivó en la Guerra Civil española.
Entre gobiernos que transitaban en medio del conflicto previo al inicio de la Segunda Guerra Mundial, en que dimite Manuel Azaña, los nacionalistas ganan la guerra civil en 1939 y asume Francisco Franco como jefe de Estado, quien asumirá como dictador de España hasta su muerte en 1975.
dmr