El Tribunal Supremo de España ratificó la pena de 30 años de prisión impuesta a un ex sacerdote por abusar sexualmente de siete niños cuando eran alumnos suyos en una escuela religiosa. La corte halló que los abusos tuvieron lugar entre 2013 y 2016 en la escuela en la localidad de Ciudad Real. Las víctimas tenían alrededor de 13 años.
En clases de natación, el cura Pedro Jiménez Arias —de 37 años y oriundo de Membrilla, Castilla-La Mancha— jugaba con algunos de los varones, los tomaba de los genitales y obligaba a algunos de ellos a pararse desnudos frente a él como "prueba de confianza", dijo la corte.
En 2016, un tribunal eclesiástico que recibió denuncias sobre su conducta despojó al hombre de su estado sacerdotal y lo remitió a la justicia civil. En 2020 lo condenaron por abuso sexual y lo sentenciaron a 30 años de prisión.
El excura apeló al Tribunal Supremo, que el martes ratificó el fallo anterior, le aplicó una multa de 52 mil 290 euros (53 mil dólares /un millón 46 mil 985 pesos mexicanos) y le ordenó pagar 2 mil euros a cada víctima. La Asociación Infancia Robada (ANIR), que reúne a víctimas de abuso infantil por miembros de la iglesia española, expresó su satisfacción ante la condena.
"Es raro ver condenas así de largas. El Tribunal Supremo ha llegado a acortar sentencias. Los curas en España casi no van a la cárcel. Espero que esto abra camino para que sea más habitual", dijo Ana Cuevas, fundadora de ANIR, a la agencia AP.
El abuso sexual de menores por parte de miembros de instituciones eclesiásticas es un problema arraigado en España. El defensor del pueblo presentó el martes el informe preliminar de un grupo de expertos creado por el Parlamento para investigar esos casos. El grupo dijo que en sus dos primeros meses de existencia recibió 201 denuncias, la mayoría de ellas de hombres.
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