España, hoy a su tercera elección en cuatro años

El mandatario, Pedro Sánchez, se mantiene como el favorito.

Poco más de 36 millones tienen derecho a votar. (Reuters)
José Antonio López
Madrid /

Los españoles hoy votan a su presidente, en unas elecciones adelantadas por el jefe del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, que tuvo que convocarlas por falta de apoyos en el Congreso debido a su escasez de diputados.

Se trata de los terceros comicios en los últimos cuatro años, una situación inédita. Antes se realizaron en diciembre de 2015 y junio de 2016, lo que demuestra la inestabilidad política que en los últimos años ha vivido este país y el fin del bipartidismo. Poco más de 36 millones de españoles tienen derecho a votar.

La prensa local ha publicado que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sería el más votado, aunque sin mayoría absoluta. El segundo puesto para Pablo Casado, del Partido Popular (PP), y tercero se lo disputarían Albert Rivera, Ciudadanos (centroderecha), y Santiago Abascal, de la nueva formación política de extrema derecha VOX, que jamás ha tenido representación parlamentaria. Por detrás, Pablo Iglesias, de Podemos, extrema izquierda.

Lo que está claro es que el más votado estará obligado a pactar porque es prácticamente imposible conseguir mayoría absoluta. Esto significa que, como en la mayoría de países europeos, España contará con un gobierno de coalición, a la espera de los acuerdos que cierren las fuerzas políticas.

El partido llave para la derecha podría ser VOX, que grita a los cuatro vientos que está para proteger todo lo español, explícitamente xenófobo, antifeminista, anti-Estado de las autonomías y antiimigrantes, que en pocos meses ha arrebatado miles de simpatizantes al PP, al que ha llamado partido de “derechita cobarde”.

Para la izquierda los independentistas catalanes podrían ser la clave, otra vez. El Partido Nacionalista Vasco (PNV) es un clásico entre los partidos que “ponen y quitan” gobiernos. En la moción de censura contra Mariano Rajoy, los votos del PNV fueron los que provocaron su cese.

Sánchez se mantiene como el líder político mejor valorado según el oficialista Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y las encuestas mantienen al PSOE como ganador. Pero Sánchez ya sabe que ganar unas elecciones no implica gobernar, especialmente si el bloque de centro-derecha conformado por PP, Ciudadanos y VOX obtuviera una mayoría —algo que no se vislumbra.

En esta campaña hubo dos debates. Se caracterizaron por la prudencia de Pedro Sánchez y sorprendentemente por la de Pablo Iglesias. Mientras que a Pablo Casado se le vio poco rápido en sus intervenciones, siempre atacando a Sánchez, al igual que Albert Rivera, al que se le observó desesperado por querer tratar de convencer al electorado.

Ante la insistencia de los representantes de la derecha respecto a si va a indultar a los políticos encarcelados por haber declarado la independencia ilegal de Cataluña, el presidente recalcó a PP y Ciudadanos que no puede haber negación preventiva del indulto, pero nunca dijo un sí o un no claro.

Además, Sánchez aclaró que no pactará con Ciudadanos. Y es que aquí en los corrillos políticos se especula que no sería nada sorpresivo que en los pactos poselectorales se concrete uno entre el PSOE y Ciudadanos, lo que permitiría a Sánchez estar muy cerca de continuar en La Moncloa y con un Rivera como vicepresidente o ministro.

Precisamente Rivera ofreció un acuerdo a Casado sin los nacionalistas vascos, al que el primero no respondió.

Todo esto frente a una sociedad harta de que en los últimos dos años no se hable de otra cosa que no sea de Cataluña y que lamenta que los temas que verdaderamente les importan (educación, sanidad y servicios sociales, por ejemplo) han quedado relegados de la agenda política del país, que ocupa la segunda posición en desempleo, por detrás de Grecia, de los 28 países que conforman la Unión Europea.

Las encuestas señalan que ninguno de los candidatos lograría la mayoría absoluta, es decir, hoy solamente se podría conocer al más votado y en los días siguientes se procederá a negociar, ya sea el bloque de la derecha, comandado por Pablo Casado, o el de la izquierda, con Pedro Sánchez al frente.

Eso sí, los sondeos dan más posibilidades a Pedro Sánchez para que siga gobernando siempre y cuando repita los pactos con Podemos, los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes. Es decir, los mismos que le llevaron a la presidencia —tras la moción de censura a Mariano Rajoy— y los mismos que le dejaron caer al no aprobar los presupuestos, motivo por lo que tuvo que adelantar elecciones.

En caso de suceder esto, la nueva legislatura correría el riesgo de un nuevo adelanto electoral.

EN CIFRAS

  • 45% de los 17.9 millones de electoras indecisas sobre el candidato por el que votarán.
  • 1,157,156 millones de jóvenes españoles que acudirán a las urnas a votar por primera vez.


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