Fiscalía de Francia pide dos años de prisión contra el ex presidente Nicolas Sarkozy

El ex presidente es juzgado por corrupción y tráfico de influencias por haber intentado sobornar a un juez con un puesto a cambio de información privilegiada.

Nicolás Sarkozy fue acusado de corrupción y soborno durante su gestión como presidente de Francia. (AFP)
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París /

La Fiscalía financiera de Francia solicitó la sentencia de dos años de prisión, que podrían ampliarse a cuatro años de cárcel, contra el ex presidente Nicolas Sarkozy, juzgado en París por corrupción y tráfico de influencias por haber intentado sobornar a un juez con un puesto muy codiciado a cambio de información privilegiada sobre otro sumario.

Los fiscales pidieron la misma pena contra sus coacusados, el ex juez Gilbert Azibert y el abogado habitual de Sarkozy, Thierry Herzog. Para este último pidió también una inhabilitación en el servicio público.

"Estos hechos no habrían ocurrido si un ex presidente, abogado por cierto, hubiera tenido en cuenta la grandeza, la responsabilidad y los deberes del cargo que le correspondía y que había sido durante 5 años el guardián de la independencia de la autoridad judicial", dijo ante un tribunal de París el fiscal Jean-Luc Blachon.

Denunció además los "efectos devastadores de este caso" que dijo "ha golpeado los valores de la República" y añadió que este sumario había "dañado" la institución judicial, la profesión jurídica y la imagen presidencial.

Sarkozy, que presidió Francia de 2007 a 2012, había dicho el lunes ante el tribunal que "nunca cometió el más mínimo acto de corrupción" y prometió ir "hasta el final" para limpiar su nombre. Los cargos de corrupción y tráfico de influencias conllevan una pena máxima de 10 años y una multa de un millón de euros (1.2 millones de dólares).

La obtención de información confidencial

Sarkozy es sospechoso de haber intentado corromper, junto con Herzog, a Azibert, cuando era juez del Tribunal Supremo. Según la acusación, el ex mandatario buscaba obtener informaciones cubiertas por el secreto profesional, e influir en las diligencias abiertas ante la alta jurisdicción relacionada con el caso Bettencourt, en que  en el que se indagaba presuntas donaciones de la heredera del grupo L'Oréal, Liliane Bettencourt, al partido del ex presidente. 

A cambio, habría ofrecido a Azibert su ayuda para obtener un puesto de prestigio al que éste aspiraba en Mónaco, aunque nunca lo obtuvo. Se ha establecido "con certeza" que el magistrado, un "hombre con conexiones", recuperó y transmitió "información confidencial" a su amigo Thierry Herzog, dijo la fiscal Céline Guillet.

Poco importa que Gilbert Azibert nunca haya sido nombrado en Mónaco. "La única promesa claramente formulada de dar su apoyo a Gilbert Azibert a cambio de sus esfuerzos desplegados en el seno del Tribunal Supremo basta", añadió Guillet.

Después de la declaración de la fiscalía, Sarkozy abandonó el tribunal, sin hacer declaraciones. Este juicio es inédito ya que Sarkozy es el primer ex presidente de Francia desde la instauración de la Quinta República en sentarse físicamente en el banquillo de los acusados.

Antes de él, solo Jacques Chirac, su antecesor y mentor político, fue juzgado y condenado por malversación de fondos públicos cometida cuando era alcalde de París, pero debido a problemas de salud nunca compareció ante la corte.

dmr

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