Los dirigentes del G7 calificaron el lunes de "crimen de guerra" y ataque "abominable" el impacto de misiles rusos contra un centro comercial en Kremenchuk, centro de Ucrania, que dejó al menos 13 muertos y más de 40 heridos.
"Los ataques indiscriminados contra civiles inocentes constituyen un crimen de guerra", declararon los dirigentes, reunidos en una cumbre en el sur de Alemania, en una declaración que "condena de manera solemne el ataque abominable" y asegura que Vladimir Putin tendrá que "rendir cuentas".
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunció un "acto terrorista" el ataque de Rusia.
"El ataque ruso de hoy contra un centro comercial en Kremenchuk es uno de los actos terroristas más descarados de la historia europea. Una ciudad pacífica, un centro comercial ordinario, dentro había mujeres, niños, civiles ordinarios", dijo Zelenski en un vídeo publicado en Telegram.
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