Un hombre mató a seis personas en un hospital de Ostrava, al este de la República Checa, y se suicidó antes de ser capturado por la policía en un incidente cuyas motivaciones están aún por aclararse.
"Hemos hallado al agresor. Es un hombre de 42 años que se disparó un bala en la cabeza, antes de que la Policía entrara en acción. Ha muerto" informó la Policía, sin proporcionar información sobre los motivos del agresor.
El tiroteo tuvo lugar en una sala del servicio de traumatología del hospital, informó el sitio internet del diario DNES, quien informó además que el agresor hizo salir de la sala a los niños antes de abrir fuego.
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Según la radio pública, el autor del tiroteo habría reprochado a los servicios de salud que no lo trataran, cuando él consideraba que estaba gravemente enfermo.
"Hubo cuatro muertos y dos personas gravemente heridas que desgraciadamente fallecieron también", dijo el primer ministro checo Andrej Babis a la televisión pública.
"Me han dicho que las víctimas eran personas que esperaban en el servicio de traumatología. Afortunadamente, en el servicio no había tanta gente como es habitual", aseguró.
Otras tres personas resultaron también heridas durante el ataque, según la Policía.
El autor de los disparos huyó a bordo de un Renault Laguna plateado. "Identificamos al agresor gracias a las cámaras del hospital, usamos dos helicópteros y localizamos su coche", dijo el jefe de policía de la zona, Tomas Kuzel.
"Cuando uno de los helicópteros bajó hacia su automóvil, el hombre se disparó en la cabeza", añadió.
El ministro del Interior Jan Hamacek precisó que el hombre murió a pesar de los esfuerzos para mantenerlo con vida.
Al parecer, el agresor fue a ver a su madre después del tiroteo. "Su madre cooperó con la Policía. El fue a verle para decirle que había matado a varias personas y que se iba a suicidar", dijo Babis.
El primer ministro calificó lo ocurrido de "inmensa tragedia. Es algo a lo que no estamos acostumbrados en nuestro país" agregó.
"El agresor disparó a quemarropa, apuntando a la cabeza y al cuello", precisó el primer ministro. "Es una catástrofe, no comprendo en absoluto el motivo" de semejante agresión, afirmó.
Según la radio pública, el agresor era un albañil residente en la comuna de Opava, cerca de Ostrava. Su jefe, Ales Zygula, citado por la radio, dijo que había "decidido que estaba gravemente enfermo y que nadie quería curarlo".
Momentos trágicos
El presidente Milos Zeman dirigió un mensaje de pésame a las familias de las víctimas. "Estoy con ustedes de todo corazón, pienso en ustedes en estos momentos trágicos", escribió, según su portavoz.
La Policía publicó inicialmente una fotografía de un hombre de pelo pelirrojo que resultó ser un testigo y divulgó después otra imagen de un hombre moreno de cabellos cortos.
Este tipo de tiroteos son inhabituales en República Checa, país de 10,7 millones de habitantes, miembro de la Unión Europea.
En marzo pasado un paciente de un hospital de Praga disparó contra otros dos pacientes, tras una disputa en una habitación. Uno de los hombres murió.
jamj