La mañana de próximo jueves, horario de España, es la que ha elegido el gobierno en funciones socialista de Pedro Sánchez para la exhumación del dictador Francisco Franco que será trasladado del Valle de los Caídos al cementerio de El Pardo, en las afueras de Madrid, a cuyas espaldas se encuentra precisamente el Palacio de la Zarzuela, donde viven los reyes.
Así lo comunicó este lunes el gobierno e indicó lo hará “en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica de 2007, de la proposición no de ley aprobada por el Congreso de los diputados en 2017 y de los acuerdos adoptados posteriormente por el ejecutivo presidido por Sánchez en 2019”.
Los restos del dictador serán trasladados, tras su exhumación, al panteón de El Pardo, en el que ya está enterrada su viuda, Carmen Polo. La exhumación se llevará a cabo en la intimidad, en presencia de sus allegados. No se permitirá el acceso a los medios de comunicación.
La ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, estará presente durante la exhumación, el traslado y el entierro de Franco en su condición de notaria mayor del Reino de España.
El Gobierno explicó que “ha defendido desde el principio del proceso que los restos del dictador no podían continuar en un mausoleo público que exaltara su figura, algo expresamente prohibido por la Ley de Memoria Histórica”.
El Ejecutivo subrayó que “la sentencia firme y unánime del Tribunal Supremo del pasado 30 de septiembre puso fin al proceso contencioso-administrativo interpuesto por la familia para intentar impedir su salida del Valle de los Caídos. El presidente Pedro Sánchez, señaló tras conocerse el fallo que de esta manera se cerraba simbólicamente el círculo de la democracia española”.
En realidad, Franco, que murió en 1944, será llevado al cementerio donde él siempre quiso estar, sin embargo, el rey Juan Carlos de Borbón fue el que decidió llevar el cuerpo al Valle de los Caídos, a unos 60 kilómetros de Madrid, un sitio que el dictador mandó construir con mano de obra de los republicanos vencidos.
Desde hace un año que Pedro Sánchez llegó a la presidencia, una de sus primeras promesas fue realizar la exhumación de Franco, del que dijo no es posible que el dictador reposara en el mismo sitio de sus víctimas.
En la fosa común del Valle de los Caídos hay 33 mil cuerpos, casi todos pertenecientes a republicanos. La exhumación de Franco ha sido un tema muy controvertido en este país, ya que existen aún muchos nostálgicos de la dictadura que creen que el dictador debió quedarse donde fue enterrado en un principio “porque ahí no hacía daño a nadie”.
Por el contrario, otras de los argumentos del gobierno para la exhumación fue que en ningún otro país reposan en el mismo sitio verdugo y víctimas.
jamj