El ex presidente del gobierno español Mariano Rajoy aseveró que en sus conversaciones con la Generalitat de Cataluña en 2016 y 2017 siempre dejó en claro que no se negociaría sobre un referendo la independencia de esa comunidad autónoma española.
La Generalitat de Cataluña "siempre fue consciente" de que "en ningún caso iba a liquidar la soberanía nacional saltándose la Constitución", sostuvo Rajoy, al declarar como testigo ante el Tribunal Supremo en el juicio contra 12 políticos y líderes catalanes independentistas, acusados de sedición y otros cargos.
Admitió que tuvo seis encuentros con el ex presidente catalán Artur Mas (2010-2016) y otros dos con su sucesor, Carles Puigdemont, e insistió en que siempre sostuvo que no aceptaría una vulneración a la Carta Magna "ni que se rompiera el derecho que todos los españoles tienen a decidir lo que quieren que sea su país".
La crisis política por la independencia de Cataluña se originó el 1 de octubre en 2017, con una consulta sobre el tema, declarada ilegal por Madrid y suspendida por el Tribunal Constitucional de España, que se realizó en una jornada violenta por la intervención de fuerzas de seguridad del Estado.
El gobierno catalán, encabezado entonces por Puigdemont, consideró que los resultados de esa consulta, con 90 por ciento de los votos a favor de la secesión, legitimaban la declaración unilateral de independencia.
Sin embargo, el gobierno español encabezado por Rajoy aplicó el artículo 155 de la Constitución española que le permitía tomar control de la región.
Sobre su decisión de aplicar ese artículo, Rajoy explicó que ante la situación límite y de violencia que se vivía en Cataluña, decidió aplicar el artículo 115, que era "más justo" y "mucho más operativo", ya que respeta la soberanía nacional, el cumplimiento de la ley, la prudencia, la necesidad de trabar un consenso e incluso dar la oportunidad al interesado de rectificar su decisión.
Mientras que el artículo 116 regula los estados de alarma, excepción y sitio, afectando los derechos fundamentales de las personas.
Sobre una posible malversación imputado a ex miembros del Govern encausados, admitió que cabe la "posibilidad" de que la Generalitat engañara u ocultara al gobierno español que podía estar desviando dinero público para la financiación del referendo.
Responsabilizó a los líderes independentistas de las lesiones que sufrieron ciudadanos y funcionarios de las fuerzas y cuerpos de seguridad el 1 de octubre pasado.
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