La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró ayer que se encontraba “muy bien” después de haber sufrido una tercera crisis de temblores en menos de un mes durante un acto oficial, mientras crecen los interrogantes sobre su estado de salud.
La dirigente conservadora, que cumplirá 65 años dentro de una semana, volvió a sufrir espasmos durante un acto oficial por la mañana en la cancillería, donde recibió al primer ministro finlandés, Antti Rinne.
Se trata de la tercera crisis de espasmos, por ahora sin explicación pública, en menos de un mes y los medios alemanes cuestionan la salud de la mandataria.
Merkel, en el poder desde hace 14 años, apareció algo más de una hora después de sufrir los temblores sonriente ante la prensa y se mostró tranquilizadora. “Estoy muy bien. No hay que preocuparse”, declaró.
“Surgen interrogantes sobre su salud” publicó el diario Bild, el más leído de Alemania, en un artículo titulado “Preocupación por la canciller”.
Merkel señaló que comprendía la incertidumbre de los periodistas. “Pero no tengo nada especial que decir. Estoy bien”, insistió.
Aseguró que todavía se está recuperando psicológicamente de un primer impactante episodio de espasmos, ocurrido el 18 de junio pasado durante una ceremonia con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.
“Hay avances y debo vivir con ello durante un tiempo”, aceptó.
Tras una segunda crisis nueve días después, fuentes gubernamentales explicaron que no se trató de un problema médico sino de una reacción psicosomática al recordar los primeros temblores.
Ayer, Merkel estaba de pie junto a su par finlandés mientras sonaban los himnos de ambos países cuando comenzó a temblar de forma muy visible.
Sus brazos, busto y piernas se vieron presa de pequeñas sacudidas, hasta que volvió a caminar al término de los himnos.
Después, continuó con su agenda prevista, con una reunión con Rinne y con una rueda de prensa conjunta.
Los temblores de ayer fueron menos intensos que la primera vez. En aquel momento, lo achacó a una deshidratación relacionada con el intenso calor que hacía en Berlín pero ayer, el clima en la capital alemana era bastante agradable.
La segunda vez que la dirigente sufrió otra serie de espasmos fue el 27 de junio durante una ceremonia oficial por la toma de posesión de la nueva ministra de Justicia.
Merkel asistió sin embargo y como estaba previsto, a la cumbre del G20 en Osaka con una agenda por demás apretada y sin descansar pese a la gran diferencia de horarios entre Japón y Alemania.
En el poder desde 2005, Merkel se retirará de la política al término de su mandato, en 2021.