El ex presidente de España, Mariano Rajoy, se despidió de la dirigencia del Partido Popular con un discurso en el que alabó su gobierno y en el que criticó al actual mandatario, Pedro Sánchez, por tomar el poder "por la puerta de atrás", con una moción de censura.
El político gallego de 63 años dio su último discurso como líder del PP, que presidió desde 2004 y que elegirá su sucesor el sábado entre la que fue su vicepresidenta de gobierno durante seis años y medio, Soraya Sáenz de Santamaría, y el joven diputado Pablo Casado.
"Vengo a despedirme del partido, y vengo también a daros las gracias", dijo un Rajoy al borde de las lágrimas, al abrir su discurso ante cientos de militantes congregados en un hotel de Madrid, que le aplaudieron con generosidad.
El ex mandatario presumió de balance, aseverando que "España está mucho mejor que cuando llegamos al gobierno" a fines de 2011, en plena crisis económica y tras siete años de gobiernos socialistas.
Igualmente presumió de firmeza contra la banda separatista vasca ETA, autodisuelta en mayo después de cuatro décadas de violencia.
"Jamás he caído en la tentación de negociar con ETA, como tantos nos pidieron", clamó.
Rajoy dedicó una parte de su discurso a criticar al socialista Pedro Sánchez, que el 1 de junio lo derribó con una exitosa moción de censura en el Parlamento, motivada por un vasto escándalo de corrupción protagonizado por el PP. Para ello tuvo que contar con el apoyo de partidos nacionalistas vascos y catalanes.
Rajoy describió a Sánchez y sus apoyos como una "confabulación de perdedores e independentistas", que "se han colado por la puerta de atrás".
"Me voy (...) con la serenidad de que no han sido los españoles quienes nos han retirado del gobierno", agregó.
La intervención estuvo precedida de un spot de felicitación a Rajoy, en el que lo saludaron la primera ministra británica Theresa May, el primer ministro indio Narendra Modi, el presidente mexicano saliente Enrique Peña Nieto, el colombiano Juan Manuel Santos, la canciller alemana Angela Merkel, y hasta el primer ministro portugués, el socialista António Costa.
Tras perder el poder, Rajoy no sólo deja la presidencia del PP, sino que abandonó igualmente su escaño de diputado y ha retomado su profesión, registrador de la propiedad, en Santa Pola, un pequeño pueblo del Levante español.