Unas 70 mil personas, según la Policía, exigieron el sábado en Praga la dimisión del gobierno conservador checo, al que acusan de sumisión a la Unión Europea, y protestaron contra la OTAN y las sanciones impuestas a Rusia por su invasión de Ucrania.
En tanto, el Kremlin culpó el lunes de la creciente indignación en la Unión Europea por el aumento de los precios de la energía a las decisiones "perjudiciales" de los gobiernos, mientras el temor al suministro de gas ruso impulsa la subida de los precios.
Los manifestantes, convocados por partidos opositores y otras organizaciones, han exigido la neutralidad en la guerra de Ucrania, donde el gobierno de Praga ha adoptado una clara posición de apoyo político y militar a Kiev.
República Checa ha concedido visados a unos 410 mil ucranianos que han huido de la guerra, de los que más de 100 mil están integrados en el mercado laboral, según indicó este viernes el primer ministro, Petr Fiala, durante una moción de censura a su Gobierno que no prosperó.
Representantes de formaciones extraparlamentarias comunistas, euroescépticas y ultranacionalistas se turnaron en el podio de la Plaza Venceslao, centro de la protesta. Algunos de los oradores solicitaron "liberarse de la sumisión política a la Unión Europea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Naciones Unidas".
Los manifestantes, reunidos para el eslogan "Chequia primero", protestaron también contra la OTAN, de la que el país es miembro, y pidieron el fin de las sanciones dictadas por la Unión Europea contra Rusia por su agresión a Ucrania.
También exigieron suministros baratos de gas desde Rusia y protestaron contra los elevados precios de la energía. Fiala calificó la manifestación de "prorrusa" y afirmó que es parte de una campaña de desinformación.
Según el político conservador, cuyo país desempeña este semestre la presidencia del turno de la Unión Europea, el acto de este sábado fue organizado por fuerzas "de orientación prorrusa, que están cercanas al extremismo y son contrarias a los intereses de la República Checa".
"Esos eslóganes y la interpretación de los hechos coinciden con la postura rusa y, en mi opinión, no se corresponden con los intereses de la República Checa", declaró el primer ministro, según informa Radio Praga.
El Kremlin culpó a las élites políticas europeas del aumento de la factura energética de sus consumidores.
"Es obvio que Europa está empeorando para la gente, los empresarios, las empresas, para vivir y trabajar: se gana menos dinero, el nivel de vida está cayendo", dijo el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov. "Y, por supuesto, los ciudadanos de a pie tendrán cada vez más dudas sobre el liderazgo de sus países".
Rusia culpa a Europa de la crisis del gas y advierte de represalias por el petróleo
Desde que ordenó la invasión de Ucrania el 24 de febrero, el presidente Vladimir Putin acusa a Estados Unidos y sus aliados de haberse embarcado en una guerra económica contra Rusia con las sanciones más severas de la historia moderna, y les ha advertido de que enfrentarán una crisis energética.
Desde que comenzó la guerra, los clientes de la Unión Europea se han comprometido a reducir su dependencia de la energía rusa, al mismo tiempo que Moscú ha cortado o cerrado el suministro de tres de sus mayores gasoductos hacia el oeste y ha redirigido el flujo de petróleo hacia el este.
El gigante del gas ruso Gazprom dijo el viernes que el gasoducto Nord Stream 1, la principal ruta de suministro de Europa, seguiría cerrado porque una turbina de una estación de compresión tuvo una fuga de aceite en el motor, lo que disparó los precios del gas al por mayor.
"Los problemas con el suministro de gas surgieron debido a las sanciones impuestas a nuestro país por los Estados occidentales, incluidas Alemania y Gran Bretaña", dijo el portavoz del Kremlin, a periodistas en una conferencia telefónica. "Vemos incesantes intentos de trasladar la responsabilidad y la culpa hacia nosotros. Los rechazamos categóricamente e insistimos en que Occidente en su conjunto —en este caso, la Unión Europea, Canadá y el Reino Unido— es el culpable de que la situación haya llegado al punto en que se encuentra ahora".
El Kremlin afirma que las sanciones están perturbando la capacidad de Siemens Energy, que suministra y da servicio a los equipos del oleoducto, para ayudar a reparar la fuga de aceite del motor. Cuando se le preguntó si Nord Stream reanudaría el bombeo si se suavizaban las sanciones, Peskov dijo: "Definitivamente".
Los países de la Unión Europea han rechazado repetidamente el argumento de Moscú, al que acusan de militarizar el abastecimiento de energía. El vocero del gobierno alemán dijo el lunes que la última subida del precio del gas formaba parte de la estrategia de Putin.
El Kremlin también advirtió de que Rusia tomaría represalias por la propuesta del G7 de imponer un tope de precios al petróleo ruso, una medida que probablemente no perjudique a Rusia a menos que China e India hagan lo mismo. "Sólo puede haber medidas de represalia", dijo Peskov.
Al usar sus vastas reservas siberianas de gas y petróleo para aguijonear a Occidente por su apoyo a Ucrania, Rusia ha elevado su apuestas en la guerra al provocar una ola de inflación que podría llevar a las mayores economías de Europa a una recesión.
Rusia es el segundo exportador mundial de petróleo, después de Arabia Saudita, y el primer exportador mundial de gas natural y trigo. Europa importa de Rusia alrededor del 40 por ciento de su gas y el 30 por ciento de su petróleo.
La venta de petróleo y gas hacia el oeste ha sido uno de los negocios más rentables de Rusia desde que la Unión Soviética construyó oleoductos hacia Europa en las décadas de 1960 y 1970, a menudo a pesar de la feroz oposición de Estados Unidos.
Desviar el gas del yacimiento de Urengoy, en el norte de Siberia, hacia clientes alternativos, como China, no es una tarea sencilla: la frontera china está a 3 mil kilómetros y la construcción de un gasoducto llevaría tiempo y dinero.
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