El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció el jueves ante su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, los supuestos ataques contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico, que según él representan un "acto de terrorismo internacional".
Durante una conversación telefónica con Erdogan, Putin "dio su punto de vista sobre este acto de sabotaje sin precedentes, en realidad, un acto de terrorismo internacional, contra Nord Stream 1 y Nord Stream 2", indicó el Kremlin en un comunicado.
El jueves por la mañana se reportó una cuarta fuga en el Mar Báltico en el gasoducto Nord Stream 2, tras el descubrimiento de otras tres a principios de esta semana, detectadas después de dos supuestas explosiones.
Los escapes han provocado columnas de gas bajo el agua y se han registrado importante burbujeo en la superficie del mar de varios cientos de metros de ancho, lo que imposibilita la inspección inmediata de las estructuras.
Moscú, blanco de las sospechas de los países occidentales por el presunto sabotaje, se defendió señalando a Estados Unidos, que también negó su responsabilidad. Rusia abrió una investigación de "terrorismo internacional" sobre las fugas y dijo que estas habían provocado "un daño económico significativo" para el país.
Las fugas coincidieron con momentos de tensión entre Rusia y los países europeos, que acusan a Moscú de utilizar sus enormes reservas de energía como arma para presionar a la Unión Europea, que impuso sanciones contra Rusia a raíz de la ofensiva en Ucrania.
Por su parte, la OTAN denuncia actos de sabotaje "deliberados, desconsiderados e irresponsables". Rusia, sospechoso de haberlos perpetrado, contraatacó el miércoles, señalando a Estados Unidos y consiguiendo una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el viernes.
Washington denuncia a cambio una nueva operación de "desinformación" de Moscú. Se espera que el gas siga saliendo a la atmósfera durante varios días hasta que los dos gasoductos, Nord Stream 1 y 2, se vacíen.
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