Al menos 40 personas resultaron heridas, entre ellas 26 policías, y otros 26 fueron detenidos en los graves episodios de violencia en varias ciudades de Suecia tras la "gira" de un grupo de extrema derecha que quería quemar el Corán, indicó la policía sueca el lunes.
La gestión de la crisis también provocó la condena de varios países musulmanes. Después de Irak y Arabia Saudita, la diplomacia turca deploró el lunes "la vacilación para impedir los actos provocadores e islamófobos (...) bajo la apariencia de la libertad de expresión". En Irán una manifestación tuvo lugar frente a la embajada sueca.
El jueves, con gritos de "Allahu Akbar" (Alá es el más grande), las primeras manifestaciones contra la visita a Suecia del líder del partido antiislámico danés Stram Kurs (Línea Dura), Rasmus Paludan, degeneraron en violencia contra la policía en barrios con una importante comunidad musulmana, en las ciudades suecas de Norrköping y Linköping.
Los disturbios se extendieron durante el fin de semana a otras ciudades, donde Paludan, que tiene doble nacionalidad danesa y sueca, incendió o planeó incendiar ejemplares del libro sagrado del Islam. La policía sueca, cuyos vehículos fueron quemados o dañados en el incidente, cree haber sido el principal objetivo de lo que describió como "disturbios violentos".
"Muchas cosas sugieren que era la policía el principal objetivo, más que los organizadores", dijo Jonas Hysing, comandante de operaciones especiales, en una conferencia de prensa.
"Alguien intentó matar a los policías", dijo por su parte el jefe de la policía del país, Anders Thornberg. "Individuos criminales han aprovechado la situación para usar la violencia", explicó, "no relacionada con las manifestaciones".
Paludan ha adquirido cierta notoriedad con la difusión en redes sociales de videos provocadores y xenófobos. Tras haber agitado en el pasado campañas electorales en Dinamarca, pretende hacerlo ahora en Suecia, donde en septiembre se celebrarán comicios legislativos.
Este lunes volvió la calma cuando Paludan abandonó Suecia y regresó a Dinamarca. Más de 40 personas, entre ellas varios menores, fueron detenidas en los enfrentamientos, que también se produjeron en Malmö, Örebro y Rinkeby, un suburbio de la capital, Estocolmo.
El gobierno de Irak protestó ya el domingo por lo que consideró una "ofensa grave" y una "provocación" hacia los musulmanes, coincidiendo además con el mes sagrado del Ramadán.
El embajador en funciones de Suecia en Irán fue convocado por las autoridades iraníes para trasladarle su condena por esas concentraciones, que a juicio de Irán se celebran "bajo el pretexto de la libertad de expresión con el apoyo de la Policía sueca". Asimismo, ha habido reacciones de condena por parte de Malasia.
La violencia culminó el domingo, cuando la policía se vio obligada a realizar disparos de advertencia en Norrköping, hiriendo a tres personas, según la policía de manera accidental. Además de la policía, 14 personas resultaron heridas.
dr