El diario The New York Times (NYT) publicó ayer un artículo de investigación sobre el incendio en la catedral parisina de Notre Dame del pasado abril, en el que apuntó que el personal de seguridad tardó 30 minutos en llamar a los bomberos.
Según los detalles relatados por el prestigioso medio de comunicación, la primera alerta de “fuego” saltó en el panel de control del monumento a las 18:18 hora local del pasado 15 de abril.
La alerta llevó al empleado de seguridad a contactar a través de un walkie-talkie a un guarda para que fuera a comprobar la situación, pero este fue al sitio equivocado, y en lugar de verificar el estado del ático de la catedral, como debía, fue al ático de la sacristía.
Fue finalmente, 25 minutos después de descartarse el incendio, cuando uno de los representantes del lugar dio la orden de ir a investigar el estado del ático de la catedral, un margen de tiempo durante el cual el fuego había avanzado con gran rapidez en una zona de importante presencia de madera antigua conocida como “el bosque”.
El diario apunta que Notre Dame “estuvo más cerca del derrumbe de lo que la gente sabe”, y señaló la valentía y entrega de los bomberos, gracias a quienes el monumento, de 850 años de antigüedad, pudo salvarse.
Para cuando los bomberos llegaron, eran cerca de las 7 de la tarde en París, y la catedral estaba ya envuelta en llamas.
Los servicios de emergencia decidieron centrarse en la torre norte, donde se temía que varias de las campanas, de desprenderse de las vigas de las que colgaban, pudieran demoler el edificio.
Aunque hasta el momento no se ha establecido la causa exacta del incendio, se ha apuntado a un posible cortocircuito o a colillas de cigarrillos encontradas en andamios, agregando a que un sistema antiincendios complicado no cumplió con su objetivo.