El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que las tropas de Kiev recuperaron tres nuevos pueblos de las fuerzas rusas en la región de Jersón, en el sur del país, donde Moscú sufre reveses militares.
"Novovoskresenske, Novogrygorivka y Petropavlivka (...) en la región de Jersón fueron liberados en las últimas 24 horas", indicó Zelenski en un video difundido en redes sociales. La contraofensiva ucraniana "sigue", añadió.
Rusia se apropia de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia
Rusia se apropió formalmente de la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, que las fuerzas de Moscú ocupan desde hace meses, según un decreto firmado por el presidente Vladimir Putin y publicado este miércoles.
Poco después del anuncio, el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, que tenía previsto viajar a Kiev y Moscú esta semana, anunció que se dirigía hacia la capital ucraniana para hablar de la instauración de una zona de protección en torno a la planta.
La central, la mayor de Europa, está situada en la región de Zaporiyia, uno de los territorios ucranianos que Rusia se anexionó formalmente la semana pasada. La planta está cerca de la línea que separa los territorios controlados por Kiev y los ocupados por Moscú.
"El gobierno deberá velar por que las instalaciones nucleares de la central [...] sean aceptadas como propiedad federal", recoge el decreto ruso. El operador ucraniano, Energoatom, afirmó por su parte que consideraba el decreto de Putin "nulo y sin valor, absurdo e inadecuado. La central de Zaporiyia seguirá operando en Ucrania, conforme a la legislación ucraniana, en el sistema energético ucraniano, en Energoatom", agregó la compañía en Telegram.
Después de que la gestión administrativa de la central se transfiriera a los rusos el miércoles, el operador nuclear ucraniano se indignó por "la creación de pseudoempresas con nombres de empresas ucranianas". La decisión rusa muestra "la agonía del mundo imaginario loco del país agresor", criticó Energoatom.
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de bombardear el recinto desde hace varios meses. Los ataques hacen temer la posibilidad de una catástrofe nuclear similar a la que ocurrió en Chernóbil en 1986.
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