El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, tras renunciar al cargo se ha refugiado en su natal Cochabamba, provincia de Chapare, acompañado del vicepresidente Álvaro García, informó el embajador de Bolivia en México, José Crespo Fernández.
“En un golpe de Estado yo creo que nadie está seguro ¿no? Menos el presidente. Evo Morales, en este momento tiene una orden de aprehensión (…) en contra de la legalidad.
Lo que está ocurriendo es que se está poniendo al presidente en riesgo, en una correspondencia casi exacta de lo que fueron los golpes militares en Bolivia hace 35 años”, dijo en entrevista con Víctor Hugo Michel y Azul Alzaga, para MILENIO Televisión.
Lamentó que a pesar de que Evo Morales renunció para evitar la violencia en el país, suceda exactamente lo contrario.
“Queman las casas, dañan a las familias, golpean a la gente y es eso precisamente lo que el presidente quiso evitar con su renuncia (…)Y pese a ese acto de humanidad del presidente Evo Morales, la violencia sigue y ahora con vendettas un poquito más delictivas, diría yo en algunos casos”, abundó al respecto.
Denunció que muchos funcionarios públicos, incluyendo secretarios de Estado están siendo obligados a renunciar a sus cargos luego de amenazas o actos de violencia en su contra o de sus familias.
“Conozco el caso del ministro de Trabajo, particularmente, y de uno de los funcionarios más importantes de la Cámara de Diputados que secuestraron a sus hijos precisamente para obligarle a renunciar”, sostuvo el embajador, sin dar más detalles al respecto.
Reiteró que desde su óptica, lo sucedido hoy en Bolivia es un golpe de Estado en contra del gobierno que encabezaba Evo Morales y descartó que tenga como motivación el malestar social por los recientes resultados electorales.
“Esto no tiene que ver nada con la ideología, no tiene nada que ver con la política y menos tiene que ver con las elecciones que se han dado en Bolivia. Esto tiene que ver con una actitud violenta en una situación de toma del poder por la fuerza, al margen absolutamente, no sólo de la norma nacional boliviana, sino también de cualquier tratado o convención de derechos humanos en el marco de la OEA o de Naciones Unidas”, dijo en entrevista.
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Aseguró que dependiendo de cómo se establezca el nuevo gobierno tras la renuncia de Evo Morales, estaría considerando no continuar en el cargo de embajador de Bolivia en México, si es que las autoridades que le nombraron no continúan en funciones.
“Lo que corresponde en términos éticos, es que yo no acompañe a un gobierno emergido de la violencia, de la inconstitucionalidad, que en lenguaje fácil se dice golpe de Estado”, agregó.
Por último, el embajador agradeció al gobierno mexicanos por el ofrecimiento de asilo político para el presidente Evo Morales y los integrantes de su gobierno.
“Corresponde al Estado Mexicano establecer los detalles de un posible asilo, refugio, de autoridades bolivianas en este momento”, finalizó.
RLO