Fuertes explosiones se escucharon en Kiev el jueves en la madrugada y la administración militar de la ciudad indicó que restos en caída desataron un incendio en un edificio no residencial.
Se desconoce la magnitud del ataque en contra de la capital y no se reportaron víctimas de inmediato.
Fue la novena vez este mes que los ataques aéreos rusos alcanzaron la capital en una clara escalada tras semanas de calma y antes de la esperada contraofensiva ucraniana con las nuevas armas avanzadas proporcionadas por Occidente.
El ataque fue perpetrado por bombarderos estratégicos en la región del Caspio, que probablemente emplearon misiles de crucero, y Rusia desplegó más tarde aviones de reconocimiento sobre la ciudad. Según la información preliminar, todos los objetivos enemigos fueron destruidos, dijo Serhiy Popko, máximo responsable de la administración militar de Kiev en una publicación en Telegram.
Los restos cayeron en dos distritos y el incendio en un garaje estaba totalmente extinguido. No hubo información sobre víctimas de inmediato, agregó Popko.
En la provincia de Odesa, en el sur del país, una persona falleció y dos resultaron heridas en un ataque con misiles rusos, dijo Serhiy Bratchuk, un vocero de la administración militar de la región, en Telegram.
“La mayoría de los misiles enemigos fueron derribados sobre el mar por las fuerzas de defensa aérea. Desafortunadamente, se alcanzó un objetivo industrial: una persona murió, dos resultaron heridas", explicó Bratchuk.
A principios de semana, las defensas antiaéreas ucranianas, reforzadas con sofisticados sistemas suministrados por Occidente, frustraron un ataque aéreo ruso sobre Kiev al derribar todos los misiles dirigidos hacia la ciudad, afirmaron funcionarios.
El bombardeo, dirigido a diversos puntos en Ucrania, incluyó seis misiles hipersónicos aerobalísticos Kinzhal rusos, la mayor cantidad disparada en un único ataque en lo que va de la guerra, según Yurii Ihnat, portavoz de la fuerza aérea ucraniana.
Los misiles de crucero empleados el jueves eran aparentemente del tipo X-101 y x-55 desarrollados durante la época soviética.
Los misiles hipersónicos del martes habían sido elogiados repetidamente por el presidente ruso, Vladímir Putin, quien dijo que proporcionan una ventaja competitiva estratégica clave y están entre las armas más avanzadas del arsenal del Kremlin. Los proyectiles son difíciles de detectar e interceptar por su velocidad hipersónica y su maniobrabilidad.
Los sofisticados sistemas antiaéreos occidentales, incluyendo los misiles Patriot de fabricación estadounidense, han ayudado a evitar en Kiev el tipo de destrucción registrado en la principal línea del frente en el este y el sur del país. Aunque la mayoría de los combates terrestres están estancados en esas zonas, ambos bandos atacan territorio enemigo con armas de largo alcance.
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