Un joven de 16 años salió con sus amigos en una discoteca (conocida como "boliche" en Argentina), y cuando esperaba el taxi para regresar a casa fue atacado a golpes por al menos 13 personas que lo robaron; las lesiones le quitaron la vida.
Ezequiel Altamira fue agredido cuando estaba con un amigo afuera del antro 'Cool Site'. Su familia exige justicia contra los delincuentes, pese a que algunos de ellos son menores de edad, y por lo tanto inimputables en la ley argentina.
La familia del joven 'Tete', como lo apodaban de cariño, le dio el último adiós al adolescente quien se reunió con sus amigos el viernes 25 de octubre, sin dejar de lado la exigencia de justicia.
"Es una bandita que aparentemente se dedicaba a eso: a esperar a los chicos en la plaza y robarles. Y lo hacen seguido porque no hay consecuencias. La mayoría son menores de edad. No puede ser que le peguen una palmadita en la espalda, que le digan que lo que hiciste está mal y que se vayan a su casa", reclamó el tío de la víctima, Mario Altamira, al medio El Clarín.
De los 13 delincuentes que asesinaron al joven, la policía ya arrestó a tres: uno tiene 19 años y dos tienen 14. Sin embargo, hay un cuarto joven prófugo según la autoridad, quien fue el que le dio el golpe mortal a Ezequiel, pero que es inimputable por ser menor de edad.
"Si un pibe sale con un pedazo de fierro en la mano, por más que tenga 14 años, es consciente de que lastima. La edad en este caso es relativa. Todos tuvimos 14 años y sabíamos con qué podíamos lastimar y con qué no. No es una cuestión de edad sino de actitud", sentenció el tío del difunto, citado por Todo Noticias.
Ezequiel Altamira era estudiante de la Escuela N° 8 Domingo Faustino Sarmiento, y según sus seres queridos no era una persona problemática. De hecho, el día de su muerte ya tenía plan para ir a un concierto, pero decidió vender el boleto para ir al boliche.
Así lo contaron sus parientes durante el funeral, realizado en la localidad Villa Udaondo, donde el jóven vivía junto a su madre y su hermana de tres años. Él era el primer hijo del matrimonio (que ya no seguía junto, aunque se padre mantenía contacto con él).
Así fue el crimen:
"Era un chico normal, buen pibe. Con valores. Cero violencia. Y había salido con sus amigos a bailar. Y dentro del boliche no pasó nada. No hubo peleas, ni nada. Era un chico muy ubicado que siempre le avisaba a la mamá donde estaba y qué hacía. Es muy injusto este final", lamentó el tío, quien recordó que la víctima no conocía a los agresores.
El ataque mortal quedó registrado por las cámaras de seguridad de la plaza ubicada entre las calles Los Potros y Patricias Mendocinas, a dos cuadras del boliche. Ahí esperaban un Uber cuando fueron agredidos.
El tío condena la agresión:
No es la primera vez que ocurre un crimen de esta naturaleza en Argentina, pues en enero de este mismo año murió Lautaro Alvaredo, un muchacho de 19 años, de la misma forma: golpeado por tres hombres afuera de un boliche.
SNGZ