Acusan que ciudad china exige que fallecidos pasen prueba de covid antes de incinerar cuerpos

Alegan que se toma como una medida de prevención de contagios, pues diversas fuentes dicen que una vez fallecido, el covid no desaparece de inmediato.

Personal de salud en China implementó el uso de trajes especiales. (AFP)
Editorial Milenio
Shanghái, China /

La polémica bulle en las redes chinas, luego de que varios medios publicaran que la metrópolis suroriental de Shenzhen exige que los fallecidos que provengan de áreas confinadas sean sometidos a una prueba de covid antes de incinerarlos.

Según la prensa local, al entrar en la sección de funerales de la aplicación móvil del gobierno local, aparece una ventana emergente en la que se especifica que los familiares del fallecido no solo deben aportar su certificado de defunción, sino también una prueba negativa de covid.

Las autoridades locales confirmaron este requisito, aunque aclararon que no es necesario que la familia lleve al fallecido a un centro de pruebas para someterlo a una PCR, sino que personal sanitario puede trasladarse para efectuar uno de emergencia, cuyos resultados pueden obtenerse en unas dos horas.

Un trabajador de una funeraria indicó en declaraciones al medio Xinmin Weekly que al recibir cadáveres de personas que vivían en zonas confinadas, debían someterlos a procesos de "detección de covid y desinfección" para evitar riesgos de contagio, alegando que, según algunos estudios, el coronavirus no se desactiva justo a la muerte del huésped.

Afirman que efectuar una PCR a los fallecidos, es una medida "centinela" para proteger tanto a sus familiares como a los trabajadores que participan del proceso funerario.

No obstante, un experto legal matizó que, según las leyes chinas, los derechos y deberes de las personas van desde el momento del nacimiento hasta el de la muerte, por lo que no se puede cargar a los familiares con la obligación de hacer pruebas de covid al fallecido.

"Si la familia del fallecido se niega a someterlo a una prueba de ácido nucleico, la base legal para penalizarlos es insuficiente", apunta.

Shenzhen, una de las ciudades más importantes del país, con sus más de 17.5 millones de habitantes, fue uno de los focos de los últimos rebrotes de covid (provocados por la variante ómicron), aunque consiguió enfrentarlo rápidamente.

Briand aseguró que la enfermedad "no debe preocupar al público general tanto como otras de rápida transmisión como el covid" ni debe desatar ansiedad, pero sí reconoció la necesidad de aumentar la vigilancia sanitaria.

La experta señaló que la tasa de letalidad en los países endémicos (África occidental y central) es de entre el 3 y el 6 por ciento: "En general es una enfermedad de síntomas moderados, pero puede ser más grave en niños, mujeres embarazadas o personas con determinadas afecciones".

Generalmente dura entre dos y cuatro semanas, y suele empezar con fiebre, dolores de cabeza, fatiga o picores, para acabar derivando en erupciones cutáneas que generalmente comienzan en la cara pero pueden extenderse a otras partes del cuerpo, recordó Briand.

Como medidas preventivas, la OMS recomienda evitar el contacto físico con infectados, llevar mascarilla al estar en contacto con ellos o con su ropa, y limpiar y desinfectar superficies posiblemente contaminadas.

ATC

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