A una semana de su llegada a Canadá, los familiares de Carlos Tomás Aranda Burgoin expresaron su descontento por no recibir contacto alguno por parte de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP en inglés) para la toma de muestras genéticas de los restos de un joven hallado en el lago Osoyoos. Se sospecha que estos restos podrían pertenecer al joven oaxaqueño desaparecido.
Mediante una carta pública, la familia de Carlos Tomás denunció la falta de progresos en la identificación a través de pruebas de genética molecular del cuerpo encontrado.
Las autoridades canadienses insisten en que el cuerpo corresponde al joven mexicano desaparecido en el país, aunque el resultado definitivo podría demorar hasta 4 meses.
En su carta, la familia menciona que el padre de Tomás y su hermano Josué viajaron a Canadá, pero aún no reciben una respuesta afirmativa por parte del gobierno canadiense ni de sus fuerzas de seguridad, a pesar de las solicitudes realizadas por la cancillería mexicana.
Denuncian que, a pesar de estar en el país, permanecen en las oficinas de justicia día y noche sin ser contactados por especialistas para la toma de las muestras genéticas.
Estas muestras se compararán con las del cuerpo encontrado en un análisis de ADN que, según lo mencionado previamente por la Real Policía Montada de Canadá, sería la única manera de determinar la identidad del joven muerto.
Después de numerosos recursos y reclamaciones por parte de los familiares al gobierno de Canadá en busca de la aparición con vida del joven egresado de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), el jueves 31 de agosto se encontró un cadáver de un joven cerca del arroyo de Osoyoos, Canadá.
MO