El Buró Federal de Investigaciones (FBI) descartó presentar cualquier cargo formal contra Hillary Clinton por sus comunicaciones cuando era secretaria de Estado, y le dejó las manos libres para volver a concentrarse en la campaña electoral, en vísperas de las presidenciales del martes.
Estamos felices de saber que este asunto ha quedado resuelto”, dijo Jeniffer Palmieri, responsable de comunicaciones de la campaña de Clinton, poco después de conocerse la decisión de la policía federal estadunidense.
En carta a legisladores, el director del FBI, James Comey, informó que la revisión de nuevos correos electrónicos descubiertos hace poco más de una semana no arrojaba novedad alguna que habilite la presentación de cargos contra Clinton.
“Sobre la base de nuestra revisión (de esos correos), no hemos modificado las conclusiones que ya expresamos en julio en relación con la secretaria Clinton”, comunicó Comey al grupo de legisladores, refiriéndose a una decisión que ya había sido adoptada este año.
Donald Trump no tardó en reaccionar y denunció en respuesta al anuncio del FBI que no es posible “revisar 650 mil correos en ocho días”.
En un mitin en Michigan, el candidato republicano aseguró que la investigación sobre los correos de su rival por la Casa Blanca “no va a desaparecer”, y pidió acudir a las urnas para acabar, según dijo, con “un sistema que protege a Clinton y nos roba los trabajos y los manda a México”.
Clinton “es culpable, ella lo sabe y el FBI también”, remarcó Trump en Michigan, uno de los estados más reñidos en la recta final de la contienda por la Casa Blanca. Por ello, sin mencionar en ningún momento a Comey, Trump dijo que es hora de que se haga “justicia” en las urnas y que los agentes “rasos” del FBI no van a permitir que Clinton “esquive el castigo”. Un auténtico peso pesado del Partido Republicano y elector de Trump, Newt Gingrich, afirmó en Twitter que “Comey debe estar bajo una presión política enorme para rendirse de esta forma y anunciar algo que no tiene cómo saber”.
Clinton realizó un acto de campaña en Cleveland, Ohio, pero no hizo referencia a la carta de Comey o al final de la nueva polémica sobre su mensajería. “Hay fuerzas poderosas, dentro y fuera del país, que amenazan separarnos. Hemos llegado a un momento decisivo en esta elección. Nuestros valores están siendo puestos a prueba”, dijo.
Clinton y Trump imprimieron este fin de semana un ritmo frenético a su agenda, concentrada en aquellos estados donde los sondeos no indican un claro favorito.
Trump pretende realizar paradas en Iowa, Minnesota, Michigan, Pensilvania, Florida, Carolina del Norte y Nueva Hampshire, estados considerados fundamentales para conseguir la victoria el martes.
La ex secretaria de Estado, quien el sábado tuvo el apoyo de estrellas como Beyoncé y Katy Perry, anunció que el legendario roquero Bruce Springsteen también estará con ella en el escenario en la jornada de hoy, la víspera de las elecciones. El ritmo frenético de ambas campañas es reflejo de este escenario, mucho más reñido de lo que Clinton o Trump están dispuestos a admitir.
Lo ajustado de la disputa convenció al equipo de Clinton a cerrar la campaña este día con las cartas más pesadas que tiene bajo la manga: pondrá en el escenario a su esposo, el ex presidente Bill Clinton, acompañado por el actual mandatario, Barack Obama, y su extraordinariamente popular esposa Michelle.