En actos que podrían ser rituales, gente desconocida ha comenzado a mutilar caballos en los prados de Francia. Debido a la gran dosis de crueldad que implican, estas acciones han conmocionado al país.
Los ataques macabros han desconcertado a la policía. Provistos de cuchillos y conocimiento de su presa, los atacantes amputan la pierna del animal, o a veces se trata de una oreja, generalmente la derecha; lo que recuerda el trofeo del torero en la plaza.
Se han reportado alrededor de 30 ataques en toda Francia, desde la región montañosa del Jura en el este, hasta la costa atlántica. Muchos de ellos han ocurrido en los últimos meses, según el ministro de Agricultura; pero también hubo uno en febrero, según la revista noticiosa Le Point. Y el misterio crece con cada ataque.
“No excluimos nada”, dijo ayer el ministro de Agricultura, Julien Denormandie, a través de una entrevista para la radio France-Info; antes de dirigirse a un club hípico en la región central de Saône-et-Loire, donde se registró un ataque el día anterior.
“Se cortan orejas, se vacían ojos, se desangra un animal...”, dijo al explicar el destino macabro que está sufriendo uno de los animales más queridos por los franceses.
“Se han puesto en marcha todos los medios para poner fin a este horror”, dijo en un tweet el ministro.
Después del primer avistamiento del autor de uno de estos actos, la gendarmería de Auxerre, Normandía, difundió un retrato del presunto responsable. Este dibujo está basado en la descripción realizada por un hombre que enfrentó a dos de ellos en su refugio para animales, en una aldea de la región de Bourgogne-Franche-Comte.
Las teorías abundan, se cuestiona si de trata de actos morbosos de un culto desconocido, un desafío espeluznante difundido por redes sociales o actos de imitación. La pregunta es si estos actos bárbaros, algunos de ellos realizados con precisión quirúrgica, se pueden perpetrar sin un conocimiento profundo de la anatomía equina o en un caballo en un prado que, supuestamente, puede huir.