El primero de los dos reactores de la central nuclear de Fessenheim, la más antigua en funcionamiento en Francia, fue desconectada de la red eléctrica. Es el primer paso del cierre de esta central situada en la frontera alemana y cerca de Suiza.
Los empleados se oponían a parar el primer reactor y amenazaron con desobedecer y no aplicar los procedimientos que permitían desactivarlo. Pero finalmente se llevó a cabo sin problemas, informó la compañía eléctrica EDF.
El cierre del reactor número dos está programado para el 30 de junio. Después, la evacuación del combustible usado se llevará a cabo de aquí al verano de 2023. El desmantelamiento propiamente dicho durará hasta 2040.
La planta de Fessenheim, en funcionamiento desde 1977, ha motivado numerosas manifestaciones y huelgas de hambre de opositores, no sólo en Francia, sino también en Alemania y Suiza.
Los opositores insistían en que era vieja, lo que complicaría el reemplazo de algunas piezas y en su ubicación en el gran canal de Alsacia y en una región susceptible de sufrir terremotos. Las críticas se intensificaron después de la catástrofe en la planta japonesa de Fukushima en marzo de 2011.
Otros, por el contrario, consideran absurdo privarse de una fuente energética que no emite carbono.
Doce reactores adicionales, de los 58 que hay en Francia, dejarán de funcionar antes de 2035, sin que ello suponga el cierre completo de las centrales, como en Fessenheim.
ledz