Francia comenzó 2022 aplicando la medida que prohíbe el uso de plástico para envasar frutas y verduras, siendo una idea que fue votada en octubre 2021, la cual ha provocado consternación en la industria de envases del sector, aún cuando el mundo está creando iniciativas que frenen la contaminación ante la crisis climática.
Los ecologistas llevan mucho tiempo haciendo campaña contra los plásticos de un solo uso, ya que la contaminación empeora en todo el mundo, mientras que el presidente Emmanuel Macron respaldó la medida defendiendo un hecho "pragmático".
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Sin embargo, la legislación completa no se aplicará hasta 2026, lo que permitirá a las empresas adaptarse, incluso a la venta de frutos rojos, considerados frágiles.
También se han concedido seis meses para agotar las existencias de envases de plástico.
"Nunca se nos consultó", se quejó Laurent Grandin, responsable de la asociación Interfel del sector de frutas y hortalizas. Según comentó, los costes son "insuperables" para las pequeñas empresas, que tendrán que seguir utilizando el plástico para proteger las exportaciones, sobre todo a Gran Bretaña, uno de los principales clientes de manzanas.
La empresa Pomanjou, que produce hasta 40 mil toneladas de manzanas al año en el valle del Loira, introdujo un embalaje 100 por ciento de cartón en los últimos tres años. Sin embargo, los costes de tipo de envasado se han alzado entre 20 y 30 por ciento, según su representante, Arnaud de Puineuf.
Por su parte, el gran grupo de supermercados Casino afirmó que ahora venderá tomates en envases de cartón y proporcionará a los clientes bolsas de papel o celulosa.
Las empresas de envasado destacan que el decreto del 8 de octubre los tomó por sorpresa, especialmente la prohibición de los plásticos reciclados.