El presidente Donald Trump ya tiene embajador que orqueste su política antidrogas y antiinmigrante desde México: Ronald Douglas Johnson, ex coronel de las Fuerzas Especiales y ex funcionario de la Agencia Central de Investigación (CIA).
“Juntos vamos a poner fin a los crímenes de los migrantes, detener los flujos ilegales de fentanilo (…) y hacer a Estados Unidos seguro otra vez”, escribió Trump en Truth Social, su red social.
Además, recordó que en la anterior administración trumpista, Johnson fungió como diplomático en El Salvador, donde “participó en los esfuerzos para reducir los crímenes violentos y el flujo irregular de migrantes”. Esos ‘esfuerzos’ se centraron en el sometimiento de las sanguinarias pandillas locales y en arrestos ilegales.
Nacido en Alabama en los años 50, Johnson se enlista en la Guardia Nacional del ejército estadunidense en 1971. Se gradúa del curso de oficial de Fuerzas Especiales en 1977 y luego estudia una segunda carrera en Unidades Especiales, impartida por la CIA.
A principios de la década de los 80 es asignado como “líder de varias operaciones de combate” en El Salvador durante la llamada Guerra Civil, en la que el ejército salvadoreño y escuadrones paramilitares se enfrentan a las fuerzas insurgentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
En 1984 es enviado a Panamá, donde se especializa en operaciones militares. Desde ese año hasta 1998 trabajará para el ejército. “Boina verde”, lo llama Trump en su mensaje, además de que presume el paso de Johnson por la CIA.
Según la ficha oficial repartida a medios, Johnson “ha tenido un involucramiento sustantivo en un amplio rango de problemáticas regionales”, tales como “refugiados, operaciones contra narcóticos, operaciones contra terrorismo, derechos humanos y control de enfermedades por virus tropicales”.
Trabajó en el Pentágono, coordinando la política militar de Estados Unidos para América Latina, excepto México. Participó en diversos operativos de la CIA en la región de Los Balcanes, “con el fin de encontrar y arrestar a personas acusadas por crímenes de guerra”. Además, ha vivido cinco años en Latinoamérica y ha viajado “de forma extensa por la región”.
En el currículum de Johnson se destaca haber sido el primer oficial de las Fuerzas Especiales en obtener la beca de la Universidad de la Guerra del Ejército de Estados Unidos, a través de la CIA.
Se remarca, también, que habla un español fluido y que en su paso por El Salvador fue reconocido con dos premios: la Orden de Francisco Morazán y la Gran Cruz de Plata. Además, el Departamento de Estado le otorgó el premio Sue M. Cobb por su servicio diplomático como embajador sin carrera diplomática.
En 2021 se retiró y se fue a vivir a Miami con su esposa Alina Arias, con quien lleva casado más de 40 años. Ayer, Trump lo desempolvó y ahora prepara maletas para México.