Cientos de personas despidieron hoy a George Floyd, el ciudadano negro cuya muerte a manos de un policía blanco generó protestas contra la brutalidad policial y el racismo en Estados Unidos y en todo el mundo, en una ceremonia religiosa en Houston, la localidad donde creció.
George Floyd fue recordado con cariño el martes como "Big Floyd", un padre y hermano, atleta y mentor del vecindario, y ahora un catalizador para el cambio, en un funeral para el hombre afroamericano cuya muerte ha provocado un juicio mundial sobre la policía, su brutalidad y el prejuicio racial.
Más de 500 personas con cubrebocas llenaron una iglesia de Fountain Praise en Houston, cuya muerte a los 46 años desató las movilizaciones más importantes en Estados Unidos desde el asesinato de Martin Luther King Jr. en 1968. Floyd, que tenía 46 años cuando murió, fue sepultado junto a su madre.
"Third Ward, Cuney Homes (barrios de Houston), ahí es donde nació", dijo el hermano de Floyd, Rodney, a los asistentes. “Pero todos lo recordarán en el mundo. Él va a cambiar el mundo".
El funeral culminó tras seis días de duelo por Floyd en tres ciudades: Raeford, Carolina del Norte, cerca de donde nació; Houston , donde creció; y Minneapolis, donde murió.
Floyd fue despedido por políticos, activistas por los derechos civiles, deportistas y actores acudieron a la iglesia, marcado por los encendidos discursos políticos y la música gospel. El 25 de mayo, el policía Dereck Chauvin de Minneapolis le apretó el cuello con la rodilla durante varios minutos mientras el hombre agonizaba llamando a su madre.
El reverendo Al Sharpton, un activista por los derechos civiles, pronunció el discurso principal de la ceremonia, en el que acusó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de indiferencia frente a la muerte de Floyd, que calificó como "la piedra angular de un movimiento que va a cambiar el mundo".
Sharpton invitó a ponerse de pie a las familias de otros estadounidenses negros muertos en casos de brutalidad policial presentes en el templo y recitó los nombres de Eric Garner, Botham Jean y Michael Brown, entre otros, como ejemplos de un problema institucional que sufre el país.
"Hasta que se sepa que el precio de la vida de un negro es el mismo que la de un blanco vamos a volver a vivir estas situaciones una y otra vez", afirmó el reverendo, que durante su discurso hizo alusión en varias ocasiones a la "maldad en altas esferas", en referencia a Trump.
Después del funeral, el féretro dorado de Floyd fue llevado por coche fúnebre al cementerio en el suburbio de Pearland en Houston para ser sepultado junto a su madre, por quien él gritó mientras yacía moribundo. A una 1.6 kilómetros del cementerio, el ataúd fue transferido a un carruaje de vidrio tirado por un par de caballos blancos. Una banda de música tocaba mientras su ataúd fue llevado dentro del mausoleo
Cientos de personas, algunos vitoreando, "Di su nombre, George Floyd", se reunieron a lo largo de la ruta de la procesión y afuera de la entrada del cementerio.
"No quiero ver a ningún hombre negro, a ningún hombre, pero definitivamente no a un hombre negro sentado en el suelo en manos de la policía", dijo Marcus Brooks, de 47 años, quien instaló una tienda de campaña con otros graduados de Jack.Yates High School, alma mater de Floyd.
En las últimas dos semanas, en medio del furor por su homicidio han ocurrido cosas radicales y anteriormente impensables: las estatuas confederadas han sido derribadas, y muchas ciudades están debatiendo la revisión, el desmantelamiento o la reducción de fondos para los departamentos de policía.
Las autoridades en algunos lugares han prohibido a la policía el uso de estrangulamientos o están repensando las políticas sobre el uso de la fuerza. Incluso, el fundador de Twitter, Jack Dorsey, buscará en sus empresas que el 19 de junio sea feriado por el "Día de la Emancipación", fecha en que termina oficialmente la esclavitud en Estados Unidos.
Asistentes y sociedad exigen un cambio social en EU
La familia de Floyd, que decidió vestir de blanco para la ceremonia y los dolientes se acercaron a los restos y otros se inclinaron colocando la rodilla en el suelo, un signo de protesta contra la brutalidad policial, para homenajearlo.
"Ya basta. Cualquier persona que tenga hijos y que tenga corazón pueden sentir este dolor. Tienen que haber cambios. Todo el mundo tiene que ser tratado igual", dijo Shiara DeLoach una residente de Houston que no pudo asistir a la ceremonia de despedida.
Durante la ceremonia, transmitida por internet, se escucharon gritos nuevamente en demanda de justicia y de reformas sociales. El alcalde de Houston, Sylvester Turner, y el actor Jamie Foxx estuvieron presentes.
El candidato a la Casa Blanca de los demócratas, Joe Biden, participó en la ceremonia con un mensaje grabado desde su casa, donde está recluido por las medidas de confinamiento contra el coronavirus. "Llegó el momento de justicia racial", afirmó.
"Ningún niño debería plantear las preguntas que tantos niños negros han tenido que preguntarse por generaciones: '¿Por qué, por qué se fue papá?'", dijo el ex vicepresidente de Barack Obama.
El pastor William Lawson también cargó contra Trump durante el sermón con un aforo limitado a 500 personas para permitir un mayor distanciamiento debido al coronavirus, después de que el lunes cerca de 6 mil personas se acercaran al velatorio.
"Lo primero que tenemos que hacer es limpiar la Casa Blanca", afirmó. "Eso significa que tenemos que ir a votar", dijo Lawson cuando faltan cinco meses para las elecciones presidenciales en las que Trump busca la reelección.
Después de la ceremonia, los restos de Floyd fueron trasladados hasta un cementerio en el sur de Houston donde será enterrado junto a su madre. "Diste una buena pelea, ahora anda a ver a mamá", concluyó el reverendo Sharpton.
Buscan una reforma contra la brutalidad policial
Ayer en Washington D.C., una veintena de legisladores demócratas encabezados por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, se arrodillaron en silencio para homenajear a Floyd.
Además anunciaron una serie de medidas para reformar la policía y hacer frente a una letanía de casos de hombres negros que estando desarmados mueren en manos de la policía al ser detenidos.
El proyecto de ley introducido por los demócratas en ambas cámaras busca que sea más fácil procesar a policías acusados de abusos, prohibiendo algunas prácticas como colocar la rodilla en el cuello de un detenido, replanteando también el proceso de reclutamiento y entrenamiento de los agentes.
Sin embargo, no está claro el apoyo de un proyecto de este tipo en el Senado, dominado por los republicanos, y tampoco cómo lo recibiría el presidente Donald Trump que debe sancionar la ley. Trump condenó la muerte de Floyd pero criticó duramente a los manifestantes y reiteró su apoyo a la policía.
El agente acusado, el policía Derek Chauvin quien fue filmado presionando su rodilla contra el cuello de Floyd durante ocho minutos y 46 segundos, compareció ayer ante un jugado.
La fiscalía estableció una fianza de un millón de dólares, que probablemente el acusado no podrá recaudar, considerando que Chauvin presentaba un riesgo de fuga. La próxima audiencia será el 29 de junio. Enfrenta cargos de asesinato en segundo grado y tercer grado y homicidio involuntario, con una pena de hasta 40 años.
Los otros tres policías involucrados, todos despedidos y detenidos al igual que Chauvin, ya comparecieron ante el tribunal la semana pasada por cargos de complicidad en la muerte de Floyd, detenido por supuestamente comprar cigarrillos con un billete de 20 dólares falso.
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