El gobernador de Texas, Greg Abbott, responsabilizó a la política de supuestas fronteras abiertas por el caso de un mexicano acusado de causar la muerte a dos personas, luego de haber sido deportado en ocho ocasiones.
Miguel Angel Villaseñor Saucedo, un mexicano indocumentado, es buscado por las autoridades en relación con la muerte de dos mujeres de Louisville, Kentucky, que fueron atropellas.
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Villaseñor Saucedo, de 40 años, se dio a la fuga, pero existe una orden de aprehensión en su contra en el condado de Jefferson.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la última vez que las autoridades estadunidenses deportaron a Villaseñor Saucedo fue en 2013.
Además, la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos indicó que los registros judiciales muestran cuatro casos en que el mexicano fue capturado por agentes de la patrulla fronteriza en Texas.
"Un inmigrante ilegal que entró a través de Texas acusado de matar a dos había sido deportado ocho veces. La frontera abierta debe terminar", afirmó Abbott, que en las últimas semanas hizo varias afirmaciones contrarias a los indocumentados y los refugiados en Estados Unidos.
Esta semana, el gobernador pidió al Congreso federal que desestime el aumento de fondos destinados a los planes de reubicación de refugiados propuesto por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
El presidente electo, Donald Trump, quien jurará el cargo el próximo 20 de enero, utilizó durante la pasada campaña electoral una retórica contra la inmigración ilegal, especialmente la procedente de Latinoamérica y los países musulmanes.
El magnate llegó a tildar a los mexicanos que emigran a Estados Unidos de criminales y narcotraficantes, prometió construir un muro en la frontera con México y deportar a 11 millones de indocumentados que se cree que viven en el país.
AFC