La ministra del Exterior de Corea del Norte describió el viernes al Grupo de las Siete democracias ricas como un “instrumento para garantizar la hegemonía de Estados Unidos” y arremetió contra el reciente llamado de ese bloque para la desnuclearización de Pyongyang.
Los jefes de la diplomacia de las naciones del G7, reunidos hace poco en Japón, condenaron de manera conjunta las recientes pruebas de misiles balísticos de Corea del Norte y reiteraron su compromiso con el objetivo de conseguir que Pyonguang abandone por completo sus armas atómicas.
El comunicado de los cancilleres fue preparado con vistas a la cumbre del G7 que se efectuará el mes entrante en Hiroshima, donde posiblemente vuelva a examinarse el programa nuclear norcoreano.
La ministra del Exterior norcoreana Choe Son Hui, señaló que su país adoptará “enérgicas contramedidas” ante “cualquier pretensión conductual” de los países del G7 —Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Canadá e Italia así como la Unión Europea— que atente contra los intereses fundamentales de Corea del Norte.
“El G7, un grupo cerrado de unos cuantos países egoístas, no representa a la comunidad internacional justa, sino que sirve de instrumento político para garantizar la hegemonía de Estados Unidos”, dijo Choe en un comunicado difundido por la prensa estatal norcoreana.
Choe señaló que el comunicado del G-7 planteó “en forma malévola” el ejercicio legítimo de su soberanía que hace Pyongyang.
Corea del Norte siempre arguye que se vio obligada a desarrollar armas nucleares debido a las amenazas atómicas en su contra de parte de Estados Unidos.
Afirmó que las maniobras militares que Estados Unidos y Corea del Sur efectúan de manera regular son un ensayo de invasión, aunque Washington y Corea del Sur han dicho que esos ejercicios son defensivos sin la intención de atacar al norte.
Corea del Norte ha efectuado disparos de prueba de unos 100 misiles desde comienzos del año pasado en reacción a las maniobras militares entre Corea del Sur y Estados Unidos.
Sin embargo, muchos expertos afirman que el gobernante norcoreano Kim Jong Un utiliza las maniobras militares de sus enemigos como pretexto para avanzar en sus programas armamentistas, consolidar su liderazgo interno y conseguir el reconocimiento de su país como un auténtico Estado nuclear con el propósito de lograr el levantamiento de las sanciones internacionales impuestas al país.
Corea del Norte está castigada con 11 tandas de sanciones de Naciones Unidas debido a sus anteriores ensayos nucleares y lanzamientos de prueba de misiles balísticos, lo que esta prohibido mediante resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Kim ha dicho previamente que esas sanciones “asfixian” la economía de Corea del Norte.
Los ministros del exterior del G7 dijeron el martes en su comunicado que Corea del Norte jamás logrará tener la condición de Estado con armas nucleares en conformidad con el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
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