Ndeye Rose Sarr, directora de Fondo de Población, la agencia para la salud sexual y reproductiva de la ONU (UNFPA) alertó que en Gambia, el 76 por ciento de las mujeres de 14 a 19 años han sido víctimas de mutilación genital.
‘’Cuando una niña empieza a menstruar, es cuando usualmente comienzan los problemas. A partir de los 10 años de edad, las niñas son vistas como potencial para un hombre mayor. Y si aún no han sido mutiladas, habrá en su comunidad quienes querrán asegurarse de que lo hagan’’, dijo la también diplomática.
La tasa de mutilación genital femenina en Gambia es de alrededor del 76 por ciento para las personas de 14 a 49 años y del 51 por ciento para las niñas menores de 14 años.
Esto significa que, en promedio, una de cada dos niñas atendidas en Gambia ha sufrido este tipo de mutilación, que consiste en cambiar sus genitales mediante la extirpación del clítoris o los labios.
Esto puede conducir a consecuencias posteriores para la salud, cuando dan a luz, pueden tener complicaciones y tener una mayor probabilidad de muerte fetal.
Si los bebés sobreviven, podrían terminar con una fístula obstétrica, un orificio que se desarrolla entre la vagina y la vejiga, lo que hace que la mujer orine mientras está sentada. Esto puede llevar a que las mujeres sean excluidas de la comunidad y abandonadas por sus maridos.
Las mujeres son las que participan en el desmembramiento. Suele ser la abuela, la que mantiene la tradición familiar.
‘’Lo que buscamos es comprometer a hombres y niños. Estamos en una sociedad donde las decisiones las toman los hombres; los que son maridos, los líderes tradicionales, los líderes religiosos quienes indican lo qué se debe y no se debe de hacer en la sociedad’’, afirmó la ex comisionada.
‘’Además, tenemos que comprometernos a nivel comunitario. Los ritos de iniciación para las niñas son importantes, pero no tenemos que llegar al extremo de la mutilación genital femenina. Podemos encontrar formas innovadoras de crear ritos de paso, igual que ocurre con los niños en esta parte del mundo’’, agregó la diplomática.
‘’No tiene por qué ser dañino ni algo que invada la autonomía corporal de la persona’’, dijo.
Pobreza menstrual en Gambia
La pobreza menstrual hace que las niñas pierdan alrededor de cinco días de escuela cada mes porque les preocupa ensuciar su ropa y se sienten avergonzadas si no tienen acceso a suficientes productos menstruales; eso suma entre 40 y 50 días en un año escolar.
Por lo tanto, los niños tendrán una ventaja, ya que asistirán a la escuela con más frecuencia que las niñas, que tienen más probabilidades de abandonar la escuela.
"Por eso desarrollamos un proyecto en Basse, en la región de Alta del Río, para hacer toallas higiénicas femeninas recicladas. Es una forma de empoderar a las mujeres jóvenes de la comunidad que ahora tienen un trabajo estable, aprender nuevas habilidades y mejorar la higiene menstrual de mujeres y niñas'', dijo la directora.
MbG