El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que el incesante bombardeo israelí sobre la Franja de Gaza ha convertido el territorio palestino en un “cementerio de niños”.
“La catástrofe que se está desarrollando hace que la necesidad de un alto el fuego humanitario sea más urgente a cada hora que pasa”, declaró a periodistas en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
“Gaza se está convirtiendo en un cementerio de niños. Según informes, cada día cientos de niñas y niños mueren o resultan heridos”, señaló.
“Las partes en el conflicto y la comunidad internacional enfrentan una responsabilidad inmediata y fundamental: detener este sufrimiento colectivo inhumano y ampliar la ayuda humanitaria a Gaza”, dijo Guterres.
“La pesadilla en Gaza es más que una crisis humanitaria, es una de toda la humanidad”.
El conflicto se desató luego de que el 7 de octubre milicianos del grupo islamista Hamás mataron en territorio israelí a unas mil 400 personas, en su mayoría civiles, incluidos jóvenes que participaban de un festival de música electrónica.
Israel lanzó entonces como represalia una serie de bombardeos incesantes e incursiones terrestres en la Franja de Gaza. Según el Ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamás, 10 mil 22 personas han muerto, incluidos más de 4 mil niños.
Control de Netanyahu
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que su país se encargará de la seguridad de Gaza de manera indefinida una vez que termine la guerra que están librando en ese territorio palestino.
“Israel tendrá, durante un período indefinido, la responsabilidad general de la seguridad porque hemos visto lo que sucede cuando no la tenemos”, aseguró en una entrevista con la cadena estadunidense ABC.
“Cuando no tenemos esa responsabilidad en materia de seguridad, lo que tenemos es una erupción del terror de Hamás en una escala que no podríamos imaginar”, añadió.
Netanyahu también reiteró que su gobierno no ve la posibilidad de un cese al fuego en la Franja de Gaza, a menos que se liberen los más de 240 rehenes que el grupo islamista Hamás tomó tras el ataque del 7 de octubre en territorio israelí.