El ministro del Exterior británico, Boris Johnson, defendió la visita de Estado que hará al Reino Unido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a pesar de las críticas recibidas por el gobierno por invitarlo.
Varios diputados británicos pidieron un debate urgente en el Parlamento sobre el veto temporal de Trump a la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, mientras que 1.4 millones de personas firmaron para que no sea recibido en una visita de Estado.
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Johnson dijo que la prohibición emitida por Trump contra ciudadanos de siete países es una política "altamente controvertida" a la que su gobierno se ha opuesto, pero añadió que sigue creyendo que Trump "debería contar con el honor de una visita de Estado".
"He dejado en claro nuestra ansiedad por medidas que discriminan en base a la nacionalidad de formas que son divisorias y erróneas", dijo Johnson ante el Parlamento.
El ministro añadió que la alianza del Reino Unido con Estados Unidos es "de vital importancia", pero que el gobierno no le teme a ventilar sus diferencias con Washington.
El diputado británico Nadhim Zahawi, nacido en Irak, anunció que él y su colega Ed Miliband, ex líder laborista, planean presentar una moción conjunta pidiendo un debate de emergencia "sobre la prohibición divisoria de los Estados Unidos".
"Creemos que es esencial que la Cámara de los Comunes (la Cámara baja del Parlamento) tenga de inmediato la posibilidad de debatir y enviar un mensaje unitario contra esta política aberrante", tuiteó Miliband.
Caroline Lucas, la única legisladora del Partido Verde en el Reino Unido, dijo ante el Parlamento que el gobierno británico era "cómplice con la tiranía" al no condenar el decreto migratorio de Trump.
La primera ministra británica, Theresa May, reiteró hoy que Trump visitará el país. "Se extendió una invitación y fue aceptada", dijo la oficina de May en un comunicado. La BBC citó a una fuente gubernamental según la cual cualquier cambio sería "un gesto populista" hacia quienes piden que se cancele la visita.
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May se reunió con Trump en Washington el viernes. Fue la primera mandataria extranjera en visitar al nuevo presidente de Estados Unidos. Allí, Trump aceptó una invitación que May le transmitió de la reina Isabel II de Inglaterra para que realice una visita oficial al Reino Unido este año.
"La misoginia y vulgaridad de Donald Trump lo descalifican para ser recibido por Su Majestad la Reina o el Príncipe de Gales", apunta la petición, según la cual, al mandatario "debería permitírsele que entre en el Reino Unido como jefe del gobierno estadunidense, pero no debería ser invitado a realizar una visita de Estado oficial".
Las peticiones que logran juntar más de 100 mil firmas deben ser sometidas a debate en el Parlamento.
"Theresa May, no daremos marcha atrás, cancele la visita de Estado y condene la prohibición a los musulmanes", tuiteó hoy el líder laborista, Jeremy Corbyn.
También la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, se mostró contraria a seguir adelante con la visita de Trump mientras se mantenga la prohibición de entrar en Estados Unidos a los ciudadanos de Yemen, Irán, Irak, Somalia, Libia y Sudán y Siria.
El Consejo Musulmán del Reino Unido urgió al gobierno de May "a hablar con más fuerza y defender los valores británicos que supuestamente espera de otros".
"Esta prohibición contra los musulmanes no es sólo un inconveniente, sino que es completamente peligrosa para nuestros valores de igualdad y no-discriminación", dijo Harun Khan, secretario general del Consejo Musulmán.
jamj