El gobernador opositor Luis Fernando Camacho, encarcelado desde la semana pasada por su presunta participación en la dimisión de Evo Morales en 2019, se declaró este sábado "preso político" del gobierno boliviano al que tildó como "dictadura".
"Como preso político del MAS (Movimiento al Socialismo) debo asumir una lucha permanente contra la dictadura masista, sin claudicar en nada", señaló Camacho en una carta pública leída por uno de sus hijos en el Congreso Nacional de la agrupación política. Creemos que lidera y que este sábado le brindó su total respaldo, exigiendo su libertad.
El gobernador de Santa Cruz, la región opositora al gobierno, enumeró varias tareas a su militancia para frenar las arremetidas contra las libertades democráticas del gobierno izquierdista de Luis Arce.
"Antes que mi libertad personal, está la recuperación de la democracia", añadió Camacho en su misiva.
Por la mañana, el gobernador cruceño recibió la visita de sus tres hijos y de su esposa en el penal de alta seguridad de Chonchocoro (La Paz).
"Las condiciones en las que se encuentra no son las mejores’’, pero está firme, comentó uno de sus hijos, tras precisar que "su salud es delicada".
El Poder Ejecutivo presiona a Santa Cruz para que asuma temporalmente el vicegobernador, mientras Camacho cumple una condena de cuatro meses de prisión preventiva, dictada por un juez.
"Ustedes me eligieron como gobernador y ustedes decidan si debo seguir como gobernador", comentó Camacho en la carta a su partido.
Santa Cruz registra once días de continuas protestas callejeras, tras la detención de Camacho.
Según fuentes oficiales, los enfrentamientos entre civiles y policías dejaron más de 200 heridos, unos 70 opositores detenidos y varias oficinas estatales quemadas. Los dos últimos días las protestas fueron pacíficas.
La región cruceña también se mantiene aislada por vía terrestre debido a cortes en sus principales rutas interdepartamentales protagonizadas por adeptos a Camacho que exigen su liberación.
MBG