El gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaron en La Habana un alto al fuego bilateral y nacional que comenzará a regir en agosto, durante una ceremonia que presidieron los presidentes Gustavo Petro, que viajó desde Bogotá para estar en la ceremonia, y el cubano Miguel Díaz-Canel.
También participó, por primera vez, el jefe máximo del ELN, Antonio García. Para que pudiera viajar a la isla, los altos mandos de Colombia suspendieron provisionalmente una orden de captura en su contra.
Tras cinco semanas de negociaciones en la capital cubana, las partes acordaron el ordenamiento de los protocolos de monitoreo del alto al fuego, que entraría en vigor a partir del 3 de agosto próximo "con 180 días de vigencia y con voluntad de continuidad".
Esos protocolos implicarían "la participación ciudadana a fin de garantizar la efectividad del cese de hostilidades", según coincidieron en expresar por separado el jefe de los negociadores del gobierno, José Otty Patiño, y el comandante Pablo Beltrán, por el ELN.
Además, se acordó realizar el cuarto ciclo de conversaciones en Venezuela entre el 14 de agosto y 4 de septiembre.
Petro pide "fin de insurgencia armada" en la región
Al intervenir en la ceremonia, el presidente colombiano hizo un recuento de los múltiples intentos de paz frustrados en su país e incluso de su militancia en un movimiento armado. Consideró que en La Habana se han sentado "las bases para el fin de la insurgencia armada en América Latina".
"Vinimos a entregarle a Colombia esta paz que se construye en Cuba con esperanza y necesidad de cambios, porque hoy la humanidad grita cambio desde la sobrevivencia de la especie", dijo el mandatario.
Refiriéndose a los representantes del ELN, Petro los invitó a evolucionar en el pensamiento político y dijo coincidir con ellos en cuanto al reclamo de alcanzar en el país sudamericano un acuerdo nacional.
"La sociedad colombiana tiene que participar porque todo eso tiene que ver con que los derechos de la sociedad sean garantizados y que un joven no sea atacado por salir a la calle a protestar", ejemplificó Petro.
El mandatario colombiano dijo que expresó personalmente al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, "lo injusto de la inclusión de Cuba" en un listado de países patrocinadores del terrorismo, cuando, en su opinión, La Habana "ha acompañado la paz en Colombia desde hace mucho tiempo".
Al cerrar la ceremonia, el presidente Díaz-Canel afirmó por su parte sentirse satisfecho por los aportes de Cuba a la paz en Colombia y aseguró que esa política se mantendrá.
"Estos resultados promisorios nos dicen que no ha sido en vano nuestra participación discreta en la búsqueda de la paz", puntualizó.
"Punto crucial", dice negociador del gobierno
En ese contexto, el negociador del gobierno José Otty Patiño calificó de "punto crucial" el acuerdo adoptado en Cuba porque, dijo, "el mismo puede ir jalonando la paz total a la que aspira Colombia".
El negociador consideró que por "el camino emprendido se podrá alcanzar una doctrina de seguridad en defensa de la vida".
En tanto, el representante del ELN consideró que los acuerdos de La Habana "han generado un mejor clima entre las partes para ir rebajando la intensidad del conflicto".
Este tercer ciclo de diálogo, finalizado este viernes en Cuba, fue antecedido por otros dos en México y Venezuela.
ROA