Una coalición de estados liderados por demócratas está impugnando los despidos masivos de la administración Trump en el Departamento de Educación, afirmando que equivale a un desmantelamiento ilegal de una agencia creada por el Congreso.
En una demanda federal presentada el jueves en Massachusetts, 20 estados y Washington D.C. afirman que los despidos son tan severos que el departamento “ya no puede funcionar y no puede cumplir con sus requisitos legales”.
Se alega que los recortes resultarán en una pérdida o retraso de fondos federales para las escuelas públicas, y dejarán a la agencia incapaz de administrar la ayuda financiera para universidades o hacer cumplir las leyes de derechos civiles en las escuelas, entre otras interrupciones.
Un portavoz del departamento no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
El departamento ha insistido anteriormente en que continuará cumpliendo con sus obligaciones legales, a pesar de los recortes.
Algunos empleados del Departamento de Educación han dejado sus puestos a través de ofertas de compensación y la terminación de empleados en período de prueba. Después de un despido de mil 300 personas anunciado el martes, el departamento se quedará con aproximadamente la mitad de los 4 mil 100 que tenía cuando el presidente Donald Trump asumió el cargo.
Trump ha dicho repetidamente que quiere cerrar la agencia, llamándola derrochadora y excesivamente influenciada por el pensamiento liberal.
La demanda sostiene que solo el Congreso tiene el poder de cerrar el departamento o desmantelar su trabajo fundamental.
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, declaró que los recortes perjudicarán los servicios necesarios para los estudiantes y las familias.
“Este esfuerzo escandaloso por dejar atrás a los estudiantes y privarlos de una educación de calidad es imprudente e ilegal. Hoy estoy tomando medidas para detener esta locura y proteger nuestras escuelas y a los estudiantes que dependen de ellas”, afirmó James.
SNGZ