La coalición de gobierno israelí enfrenta una nueva crisis tras perder este lunes una votación sobre los asentamientos en Cisjordania ocupada, en la que la oposición impidió la renovación de una histórica ley que extiende la legislación israelí a los habitantes de colonias.
El Ejecutivo de Naftali Benet consiguió solo 52 votos de una Cámara de 120, de los cuales 58 votaron en contra de la renovación de esta norma, que desde hace décadas se ha prorrogado cada cinco años con un amplio apoyo del Parlamento y que resulta fundamental para el funcionamiento de las colonias israelíes en Cisjordania.
Esta derrota podría tener un fuerte impacto dado que Gideon Saar, ministro de Justicia y líder de una de las facciones derechistas de la coalición, había anticipado que veía este voto como una prueba para el futuro del gobierno, algo que muchos interpretaron como un ultimátum sobre su permanencia y la de su partido.
Si efectivamente se concreta su salida y tanto su partido como los que integran la oposición apoyan una moción de censura contra el Ejecutivo, Israel podría verse abocado pronto a unas nuevas elecciones.
Desde la formación de la actual coalición, hace casi un año y compuesta por partidos de todo el espectro político, esta ha tenido serios problemas a la hora de aprobar medidas vinculadas al conflicto con los palestinos, algo que ha vuelto a suceder hoy debido al voto negativo por parte de dos de sus parlamentarios pertenecientes a la minoría árabe de Israel.
Esta derrota en el Parlamento representa un nuevo golpe y una nueva crisis para el Ejecutivo, que en los últimos meses ha sobrevivido múltiples intentos de la oposición por tumbarlo tras perder la mayoría en abril con la deserción de una diputada ultraderechista.
Más allá de las consecuencias políticas del voto de hoy, en la práctica la no renovación de esta norma podría causar graves daños a la colonias israelíes. Esto, sin embargo, aún podría ser evitado dado que la Knéset (Parlamento) tiene tiempo de aprobarla hasta fin de mes, algo que analistas creen sucederá sin mayores inconvenientes.
Un gran porcentaje de los parlamentarios que se pronunciaron en contra de prorrogar la norma son miembros de partidos derechistas o nacionalistas que apoyan las colonias israelíes e incluso han abogado por anexarlas, por lo que su voto hoy no fue ideológico sino que tuvo por objetivo hacer caer al gobierno.
Al extender la legislación civil y criminal israelí a los asentamientos, esta norma otorga a los colonos el derecho a voto y les permite, entre otras cosas, obtener seguridad social y servir en el Ejército.
Además, permite evitar la aplicación en los colonias, donde viven cerca de medio millón de judíos, de la ley militar israelí que rige sobre los casi tres millones de palestinos que residen en el resto de Cisjordania, ocupada militarmente por Israel desde la Guerra de los Seis Días en 1967.
RM