Los incendios forestales ardieron nuevamente sin control este viernes en Grecia y Turquía, obligando a miles de personas a huir por tierra y por mar. Un bombero voluntario murió en las afueras de Atenas en un enorme incendio que amenazaba el parque nacional más importante de la capital griega.
Ocho personas han muerto por las conflagraciones de Turquía, descritas como las peores en décadas, que han arrasado franjas de la costa sur durante los últimos 10 días.
En Grecia, que ha sufrido una ola de calor sin precedentes, el director de Protección Civil, Nikos Hardalias, dijo que los bomberos se enfrentaban a “condiciones excepcionalmente peligrosas” mientras luchaban contra 154 incendios forestales el viernes, de los cuales 64 seguían ardiendo por la noche.
“En los últimos días nos hemos enfrentado a una situación sin precedentes en nuestro país, por la intensidad y la amplia distribución de los incendios forestales, y los nuevos focos en toda (Grecia)”, dijo en una rueda de prensa por la noche. “Quiero asegurarles que todas las fuerzas disponibles están participando en la lucha”.
Se han emitido órdenes de evacuación para decenas de pueblos de la zona continental y de la cercana isla de Eubea, así como para los asentamientos periféricos en la franja boscosa de Atenas. Decenas de casas y negocios han sido destruidos o dañados, aunque las autoridades aún no han podido proporcionar cifras detalladas.
Los vientos cambiantes y los nuevos focos del viernes por la tarde hicieron que las llamas en las afueras de Atenas y Eubea cambiaran repetidamente de dirección, y en algunos casos volvieron a amenazar zonas que habían escapado por poco a la destrucción en días anteriores.
Tras arder a través de bosques y casas en dirección al lago Maratón —el principal depósito de agua de la capital— un frente del incendio se dirigió hacia el parque nacional del monte Parnés, uno de los últimos bosques importantes que quedan cerca de Atenas, que ya presentaba profundas cicatrices por los incendios forestales de 2007.
Un bombero voluntario de 38 años murió después que un poste de servicios públicos cayó y le golpeó la cabeza en una zona al norte de Atenas afectada por el incendio, según las autoridades. Al menos 20 personas han necesitado atención médica en todo el país.
Se están investigando las causas de los incendios. Hardalias dijo que tres personas fueron detenidas el viernes —en la zona de Atenas, el centro y el sur de Grecia— bajo la sospecha de haber iniciado los incendios, en dos casos de forma intencionada. La policía dijo que el sospechoso detenido al norte de Atenas había encendido supuestamente fuego en tres puntos distintos de la zona asolada por el gran incendio, el cual estalló el martes.
En el pueblo de Limne, en Eubea, se instó a los residentes y a los visitantes a que se dirigieran al puerto y esperaran a ser embarcados después de que las llamas cortaran todos los demás medios de escape. Dos transbordadores recogieron a unas mil personas, y uno más se quedaría en Limne para llevarse a los que llegaran más tarde, dijo la guardia costera.
A primera hora del viernes y a última del jueves, los guardacostas evacuaron a casi 700 personas de otras partes de la isla, utilizando botes patrulleros, de pesca y otras embarcaciones privadas.
ledz