Autoridades de Nueva York decomisaron un paquete de un kilo de aparente fentanilo con valor de miles de dólares encontrado en la guardería donde murió el bebé de un año por una aparente sobredosis de este opioide.
Grei Mendez, quien operaba la guardería Divino Niño dentro de un apartamento del Bronx, se declaró inocente de homicidio por la muerte de Nicholas Dominici; por otra parte, Carlisto Acevedo Brito de 41 años que alquilaba una habitación dentro del apartamento espera a ser acusado formalmente por el mismo cargo.
La dueña de la guardería, sin embargo, sostuvo que no tenía conocimiento de la presencia del fentanilo, la cual dejó a otros tres menores enfermos, incluida una niña de ocho meses que arrojó positivo a fentanilo.
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Las autoridades encontraron residuos de la droga debajo de una colchoneta donde los niños dormían la siesta, dijo el jefe de detectives del Departamento de Policía de Nueva York, Joseph Kenny, en una conferencia de prensa el lunes.
La policía informó que recuperó alrededor de un kilogramo de fentanilo, junto con una prensa utilizada para combinar la droga con otros narcóticos, dentro de un armario ubicado en un pasillo que conectaba al apartamento.
También se descubrió una segunda prensa dentro de la habitación que ocupaba Brito, según una denuncia penal.
“No vamos a permitir que ocurra un incidente de este tipo e ignorarlo como si fuera tan sólo la tragedia del día en la ciudad”, dijo el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams.
Adams expresó su frustración con los adultos que llevan fentanilo a cualquier lugar en el que haya niños, dado que ingerir siquiera una pequeña cantidad del narcótico en estado puro podría matar a un adulto.
“Esta es una absoluta locura”, declaró.
¿Cómo llegó el fentanilo a la guardería en Nueva York?
El viernes 15 de septiembre, Mendez llevó a los niños al piso superior de la guardería, les leyó, les cocinó y los mandó a dormir, comentó el abogado, pero cuando Dominici no despertó de su siesta, ella se asustó y llamó al número de emergencias 911 y comenzó a gritarle a sus vecinos, declaró Aranda.
Mendez, de 36 años, que también trabaja como asistente de salud, fue enviada a la isla Rikers sin fianza después de una comparecencia el domingo por la noche. Un mensaje dejado con el abogado de Brito no fue respondido por el momento.
aag