Hallan miles de bombas bajo una escuela en Camboya; "quedan más municiones sin explotar"

La secundaria Reina Kossamak era un almacén de armas antes de ser una escuela.

Más de 2 mil explosivos estaban enterrados en la escuela. (AP)
Nom Pen, Camboya /

Las autoridades camboyanas cerraron temporalmente una escuela secundaria donde se han desenterrado miles de proyectiles sin estallar de las casi tres décadas de guerra civil en el país.

Las municiones se encontraron en la escuela en la provincia de Kratie después de que se invitara a equipos de desminado para comprobar si había minas enterradas en el recinto antes de construir un nuevo edificio, indicó Chheang Heng, subdirector de educación en la provincia. 

Más de mil estudiantes asisten a la escuela Reina Kossamak.

El lugar era un almacén de municiones

durante el régimen de los Jemeres Rojos en la década de 1970 antes de convertirse en escuela, y se creía que toda la munición se había retirado del lugar, indicó Chheang Heng.

El equipo del Centro de Acción contra las Minas en Camboya encontró 2 mil 116 piezas de munición entre el viernes y el sábado, publicó en Facebook el director de la agencia del gobierno, Heng Ratana.

Entre los objetos encontrados había granadas M79, espoletas FuzeM48 y proyectiles para el lanzacohetes B40. Imágenes compartidas en la página de Facebook de la organización mostraban los objetos cubiertos de tierra, colocados en fila en el patio de la escuela.

Se creía que aún quedaban muchos proyectiles más, de modo que la escuela permanecería cerrada algunos días mientras el equipo de desminado retiraba el material peligroso, indicó Heng Ratana.

“Sé que el recinto de esta escuela era un gran almacén de munición de los jemeres rojos a finales de la década de 1970, pero no podía creer que hubiera una enorme cantidad de munición enterrada debajo de esta forma", dijo Chheang Heng.
“¿Cuántas víctimas habría habido si hubiera explotado esta munición?”, preguntó.

Se cree que el brutal régimen comunista radical de los Jemeres Rojos provocó la muerte de unos 1.7 millones de camboyanos por hambre, enfermedad y asesinatos antes de ser caer ante una invasión vietnamita.

Las casi tres décadas de guerra, que terminaron a finales de la década de 1990, dejaron entre 4 y 6 millones de minas terrestres y otras municiones explosivas dispersas por Camboya. La mayoría se han retirado, pero los explosivos siguen matando gente.

Desde el final de los combates, casi 20 mil personas han muerto y unas 45 mil han resultado heridas por explosivos de la guerra, aunque la media anual de muertos ha bajado de varios miles a menos de 100.

El gobierno camboyano aspira a eliminar todas las minas terrestres y municiones que quedan en el país para 2025.

SNGZ

  • Agencia EFE
  • Agencia de noticias con 84 años de trayectoria

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