Tony Garnett se enamoró de una refugiada ucraniana a quien le dio asilo en su casa de Reino Unido. El hombre dejó a su familia y ahora "planea el resto de su vida" junto a su nueva pareja.
El hombre vivía con Lorna Garnett, con quien tenía dos hijas y una relación de diez años, en Yorkshire del Oeste, en la ciudad inglesa de Bradford. En el contexto del conflicto entre Rusia y Ucrania, la pareja se ofreció a alojar a un refugiado.
Tony se inscribió en el plan de ayuda a refugiados del gobierno cuando se intensificó la invasión de Rusia.
"Comenzó con un simple deseo de hacer lo correcto y poner un techo sobre la cabeza de alguien necesitado, ya fuera hombre o una mujer. Pero Sofía fue quien llegó a mi vida y eso es algo por lo que siempre estaré agradecido", contó el hombre a The Sun.
El hombre se encontró con que el proceso de solicitud era demasiado lento, así que ofreció ayuda mediante redes sociales y así contactó a Sofía Karkadym.
La ucraniana viajó a Berlín, donde esperó semanas a que le otorgaran su visa del Reino Unido. Luego viajó a Manchester y finalmente a casa de los Garnett en Yorkshire del Oeste.
"Era obvio desde el principio que Sofía y yo hicimos clic", dijo el hombre. "Tan pronto como lo vi me gustó", señaló la ucraniana.
Al pasar los días, la tensión en la casa comenzó a aumentar, pues Tony trasladó a su hija de seis años la habitación de su otra hija de tres años. Ahora ambas dormían en una litera y Sofía tenía un cuarto para ella sola. Lorna no estuvo de acuerdo.
Mientras tanto, Tony y Sofia se hicieron más cercanos conforme pasaban tiempo juntos. "Hablo un poco de eslovaco y no es diferente al ucraniano, así que pude hacerme entender en su idioma. Pero eso empeoró las cosas porque Lorna no sabía de lo que estábamos hablando", dijo el hombre a The Sun.
Tony y Sofía se sentaban a platicar, bebían y veían la televisión con subtítulos en ucraniano juntos, a veces después de que Lorna se había ido a dormir.
“Nos llevábamos muy bien, pero en ese momento no era más que eso, aunque puedo ver por qué Lorna comenzó a sentirse celosa y resentida con Sofía”.
La ucraniana empezó a acompañar a Tony al gimnasio. Hacían ejercicio juntos y luego se sentaban a hablar en su automóvil, en el último piso de un estacionamiento de varios pisos, de acuerdo con The Sun.
"Sabía que algo estaba pasando entre nosotros y que Sofía sentía lo mismo, era algo que ninguno de nosotros podía detener. En casa me di cuenta de que buscábamos excusas para tocarnos y rozarnos, era muy coqueto pero en esa etapa no pasaba nada más que eso", contó el hombre.
La interacción entre ambos generó molestia en Lorna. La mujer estaba cada vez más enojada y tenía fuertes discusiones con Sofía, pues cuestionaba por qué pasaban tanto tiempo juntos.
“El ambiente se estaba poniendo muy malo y Sofía me dijo que no sabía si podría seguir viviendo con nosotros en estas circunstancias", señaló Tony.
En una discusión, Lorna le dijo a Sofía, entre gritos y un lenguaje más "duro", que ya no podría seguir viviendo con ellos. El hombre aseguró que no podía separarse de la ucraniana y le dijo a su ahora ex pareja: "si ella se va, yo me voy".
“Ambos empacamos nuestras maletas y nos mudamos juntos a la casa de mi mamá y mi papá", contó el hombre.
La nueva pareja comenzó a buscar apartamentos en el centro de la ciudad e inició el proceso para que Sofía obtenga la visa permanente.
"Lamento mucho por lo que está pasando Lorna, esto no fue su culpa y no se trató de nada que ella haya hecho mal. Nunca nos propusimos hacer esto, no fue planeado y no quisimos lastimar a nadie", señaló Tony a The Sun.
La historia de amor fue "muy rápida", en consideración de Tony, y ambos saben "que la gente pensará mal" de su relación. Sofía, por su parte, considera que hicieron lo correcto, ya que "pudo ver lo infeliz que estaba Tony".
ROA