Manuel Puertas, un agricultor de Motril, Granada, no encontró ninguna empresa en España que le compre su cosecha de sandías y, para evitar que se desperdicie, decidió regalar 100 mil kilos de la fruta.
"Estoy llamando a la gente para que vengan y me las quiten de en medio. Antes de tirarlas prefiero que la gente venga y se las coma. Ya me he cansado de llamar y tocas puertas porque todas nos las han cerrado. Les dije a los cortadores que se las llevaran gratis, pero me dijeron que no les convenía", dijo el agricultor a Sector Primario Telemotril.
El hombre trabajó durante tres meses para cosechar las sandías. Al intentar venderlas, enfrentó un problema que aqueja al sector: las empresas prefieren comprar las frutas originarias de Marruecos, Brasil o Senegal, de acuerdo con El Español.
Comprar las frutas desde esos países representa un gasto menor, señaló Manuel. "Marruecos nos está invadiendo de frutas y verduras", dijo.
Acusó que las cadenas de supermercado prefieren adquirir productos desde otros países, para luego señalar que su origen es Español.
El agricultor ofreció regalar las sandías el fin de semana y, hasta el momento, ha logrado que las personas se lleven 80 mil kilos. Hay quien ofreció pagarle por los productos.
"Me daban 10 o 15 euros (entre 185 y 278 pesos). Pero alguno me ha pagado incluso 100 euros por llenar un camión", explicó Manuel a Atlas.
Casos cómo este no son nuevos en España, pues dos de cada tres sandías que se consumen en ese país proceden de otros países, de acuerdo con medios locales.
En los últimos años, los agricultores han llegado a perder hasta 75 millones de euros en el cultivo. Desde hace años, los agricultores españoles tienen que enfrentar a la competencia. Marruecos, por ejemplo, se ha convertido en el segundo proveedor de sandía de toda Europa.
ROA