Las autoridades de Hong Kong pidieron el sábado a los más de 7.4 millones de habitantes del territorio semiautónomo chino que se sometan voluntariamente a pruebas de detección del covid-19 en sus casas durante tres días consecutivos a partir de la próxima semana.
El anuncio de la jefa ejecutiva, Carrie Lam, se produce en un momento en que la ciudad trata de contener su peor brote de coronavirus desde el inicio de la pandemia, con las autoridades enviando señales contradictorias sobre las pruebas y los confinamientos.
Lam señaló que las “pruebas obligatorias y universales” para toda la población seguían siendo esenciales, pero no apuntó cuándo podrían ocurrir. Las autoridades aparcaron la idea luego de que un anuncio similar previo provocó compras de pánico.
- Te recomendamos Hong Kong cierra sus playas tras molestia de China por fotos de personas sin cubrebocas Internacional
La posibilidad de nuevos cierres de escuelas y otras alteraciones ha atrapado al gobierno entre los pedidos para suavizar las restricciones y la exigencia de Beijing de aplicar su estricta política de “tolerancia cero”, que incluye aislar zonas enteras y cribados masivos.
Hong Kong levantó el viernes el veto al regreso de residentes desde nueve países del extranjero donde han repuntado los casos, incluyendo Gran Bretaña y Estados Unidos.
El territorio confirmó otros 5 mil 820 nuevos positivos el viernes, mientras el último brote parece empezar a remitir.
Shanghái, con problemas de confinamiento
Las autoridades de Shanghái luchan para cumplir los requisitos del confinamiento de muchos de sus 26 millones de habitantes, el mayor operativo de este tipo en China desde que en diciembre de 2019 se detectó el virus por primera vez en Wuhan, en el centro del país.
Shanghái decretó un confinamiento de ocho días en dos fases, pero muchos de los residentes en la parte oriental, o Pudong, dice que siguen aislados aunque deberían haber podido salir de casa el viernes.
Mientras, las autoridades han confiando a la otra la mitad de la ciudad, Puxi, donde los comercios no esenciales y el transporte público no funcionaban y las calles se vaciaron de autos y gente. Un total de 14 millones de residentes de esta zona se sometieron a pruebas de detección del virus el viernes, según medios estatales.
Quienes estaban aislados se quejaron de la dificultad para conseguir alimentos, productos para el hogar y medicamentos, mientras que las camas y el personal de los centros de aislamiento era al parecer insuficiente debido a la cantidad de pacientes asintomáticos y otros ingresados en observación.
China confirmó 2 mil 86 nuevos casos el sábado, 260 de ellos en Shanghái, además de 7 mil 789 infectados asintomáticos, de los cuales 6 mil 51 estaban en la metrópolis. La cifra total de contagios lleva días batiendo récords, pero no se reportan decesos desde el 20 de marzo.
Desde el inicio de la pandemia, el país ha registrado 153 mil 232 positivos y 4 mil 638 muertes, según la Comisión Nacional de Salud.
EHR